“Ciudad Bolillo es solidaria”, “México surreal”, “nos damos la mano en los momentos más difíciles”, “la gente chida de la CDMX”, con comentarios como estos circula en redes sociales un video que muestra a una persona repartiendo pan a quienes evacuaron los edificios luego de que este lunes un sismo de magnitud 7.7 sorprendió a México poco después del simulacro del 19-S.
El videoclip muestra a un individuo que viste la camisa de un restaurante de alitas, quien reparte pedazos de pan en una charola, el famoso bolillo para el susto, un remedio popular para hacer pasar la sensación de espanto tras un suceso impactante. A su alrededor lo acompañan varias personas que parecen ser sus compañeros de trabajo.
La muestra de solidaridad tomó lugar en la avenida Casa del Obrero, en la colonia Narvarte en la alcaldía de Benito Juárez, Ciudad de México.
Según afirmaron vía telefónica, se trata del restaurante Buffalo Wild Wings quienes tomaron dicha iniciativa.
Usuarios en redes sociales han tomado la ocasión para hacer sátira con la situación emocional que provocó el sismo del día de hoy y los bolillos han reinado en memes, comentarios y demás.
Incluso el caricaturista Rictus publicó una ilustración en la que se mide la magnitud de un sismo en la escala de qué tantas mordidas se le dan a un bolillo.
Es común escuchar en la cotidianidad del mexicano que comerse un bolillo tiende a tener propiedades curativas en contra de los sustos.
Para suerte de muchos, el pan sí puede ayudar a calmar el organismo después de haber sido sucumbido a sentir miedo de algún tipo. Cada vez que una persona se asusta, el cuerpo, como forma de defensa, produce adrenalina y cortisol que provoca que la respiración se corte y los músculos se endurezcan.
También los niveles de glucosa en la sangre se alteran temporalmente para que el organismo la guarde y disponga de ella en caso de una emergencia.
Es por ello que “comer un bolillo sí puede ayudar a estabilizar la glucosa en la sangre y a contrarrestar la sensación de hueco en el estómago después de un susto, ya que los carbohidratos y las grasas inhiben la producción de acido gástrico”, según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).