Seguramente has escuchado hablar sobre alguna ‘revolución’, ya sea industrial, tecnológica o verde… pero ¿cuál debería ser la siguiente ‘revolución’ donde deberíamos sumarnos?
¡Reciclar en favor del planeta! es la respuesta correcta de los que somos conscientes de que es urgente promover y realizar acciones para cuidar nuestro planeta.
Y para lograr esta nueva ‘revolución’ necesitamos voluntad y compromiso con nuestras ciudades, el país, el mundo en el que vivimos, y en el que queremos para las nuevas generaciones.
Será entonces que, todos unidos, lograremos un cambio de fondo con innovación y compromiso.
El reciclaje es una de las palabras claves que hemos escuchado desde hace años, pero que en el día a día no termina por convertirse en una práctica tan común como quisiéramos.
“Las pequeñas acciones de cada uno de los casi 130 millones de personas que viven en este país son el punto nodal que puede cambiar la situación (…) Si todos evitamos tirar basura en la calle y la depositamos de manera adecuada en un bote en casa o en la calle, esto va a generar una cultura y se irá esparciendo en todo el país.
“Y así vamos a tener ciudades limpias, vamos a tener un país mucho más atractivo, vamos a tener nuestras playas limpias, nuestros centros turísticos limpios. Es parte de ir construyendo esta cultura juntos”, dijo en entrevista Jesús Lucatero, subdirector de Sustentabilidad Corporativa de Coca-Cola México.
En materia de reciclaje de botellas PET, México es uno de los líderes a nivel global. De acuerdo con la asociación Ecología y Compromiso Empresarial (Ecoce), actualmente se recuperan 6 de cada 10 botellas, mientras que en otros países como Canadá y Brasil solo cuatro de cada 10 y en Estados Unidos tres de cada 10.
Y aunque en México lo estamos haciendo bien, no podemos cantar victoria, pues si bien hoy en día las empresas y los gobiernos están más comprometidos con el reciclaje, el gran salto se puede dar desde nuestras casas.
“Es una cosa muy sencilla. Todos tiramos la basura en el bote de nuestras casas, y si tenemos la separación más básica, que es orgánico e inorgánico, yo compacto este envase, lo cierro bien, y eso le va a facilitar el trabajo a las personas que después van a hacer una separación de los residuos (…) Esas pequeñas acciones que parecieran poco significativas, que no ayudan a nadie, van sumando a la cadena”, recomendó Lucatero, quien forma parte de la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC).
La IMCC tiene como meta para el 2030 recuperar y reciclar el 100 por ciento de sus envases vendidos.
Actualmente todas sus botellas azules de Ciel, Sprite y la verde de Fresca, están hechas con 100% de material reciclado.
De hecho, la firma es líder en el reciclaje del PET grado alimenticio en México, y para su labor cuenta con PetStar, la planta de reciclaje más grande del mundo, e IMER, la primera planta de reciclaje construida en Latinoamérica.
En conjunto pueden procesar más de 85 mil toneladas al año de este material, lo que equivale a llenar 3 veces el Estadio Azteca.
Para destacar la importancia del reciclaje, el reutilizar una 1 tonelada de PET o vidrio es equivale a evitar el uso de 222 barriles de petróleo o a la iluminación de 37 mil 508 casas con focos de 60 watts durante 4 horas.
También al ahorro de 650 duchas de 10 minutos, o significa el haber plantado 355 árboles, según la Ecoce.
Retornables, otro ‘aliado’
En la cultura mexicana nos encanta ir a la tiendita de la esquina y llevar nuestros envases retornables, acción tan común y arraigada que quizá no percibimos el bien que le estamos haciendo a nuestro planeta.
“El beneficio es claro. Cada envase retornable de plástico puede dar 25 vueltas… llega a tu casa, va al mercado, luego regresa con nosotros ya llena. El vidrio puede dar hasta 70 vueltas, y con la utilización de esos envases reducimos la generación de nuevos plásticos”, explicó el ejecutivo de la IMCC.
Lucatero adelantó que la compañía también tiene la meta de que en 2025 la mitad del portafolio de sus bebidas sean de envases retornables y no solo las presentaciones familiares, como en la actualidad, además de que para ese mismo año el 100% de sus envases sean reciclables.
De acuerdo con el Banco Mundial, la incorporación de formas inteligentes y sostenibles de gestionar los desechos ayudará a promover el crecimiento económico eficiente y minimizar el impacto ambiental.
“Los desechos no recogidos y mal eliminados tienen un impacto significativo en la salud pública. El costo de abordar ese impacto es mucho más elevado que el de elaborar y hacer funcionar sistemas sencillos y adecuados de gestión de desechos. Las soluciones existen y nosotros podemos ayudar a los países a encontrarlas”, dijo Silpa Kaza, especialista en desarrollo urbano del Banco Mundial y autora principal del informe ‘Los desechos 2.0: Un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050’´de la institución.
En ese sentido, Lucatero explicó lo que significa esa economía circular aterrizada en el consumo que tenemos día a día.
“La economía circular se traduce en que un envase tenga múltiples vidas, como nuestra botella Ciel, si hacemos una disposición final adecuada lograremos que mañana pueda ser una de Sprite o una de Fresca, entonces tiene múltiples vidas y ese es el ciclo perfecto, pues no generamos mayor impacto al planeta, al no producir nuevas botellas”.
Según el Banco Mundial, si no se adoptan medidas urgentes, para 2050 los desechos a nivel mundial crecerán un 70 por ciento respecto a los niveles actuales.
Así que ya sabemos la manera de armar una nueva ‘revolución’ que lleve como ‘apellido’ el reciclaje.