Porque estas reprobables prácticas son una constante en el país más habitado del mundo
En India, el segundo país más poblado del mundo (más de un mil 281 millones de habitantes) los rumores de practicar brujería le pueden costar la vida a una mujer.
Los lamentables sacrificios humanos y los linchamientos por brujería se registran en varias partes de esta nación asiática, pese a que varios gobiernos de la región han emprendido campañas para sensibilizar a la población, de acuerdo con una nota de The Economist.
Y es que la creencia en la brujería es generalizada, sobre todo en zonas pobres y remotas de la India, donde en ocasiones se acusa a las mujeres de brujería para resolver peleas.
De 2000 y 2012 aproximadamente unas 2 mil 100 personas, en su mayoría mujeres, fueron asesinadas en dicho país por supuestamente ser brujas (dayans), de acuerdo con la Oficina Nacional de Registro de Crímenes, citada por la AP.
La policía calcula que cada año unas 150 mujeres son torturadas y asesinadas luego de ser acusadas de brujería, de acuerdo con The Economist.
"Son quemadas, mutiladas o golpeadas con piedras y palos hasta la muerte; en ocasiones los agresores son conocidos e incluso familiares", le dijo la policía local al medio inglés.
En julio de 2015, unas 16 personas fueron arrestadas en el estado de Assam; los detenidos estaban relacionados con el asesinato de una mujer que supuestamente practicaba la magia negra, una acusación que le costó la cabeza.
La misma suerte corrieron en agosto de 2015 unas cinco mujeres en Jharkhand. Esta es una lista de casos esporádicos que salen a la luz.
"Lo más terrible es el estigma social", le dijo a The Economist, Tara Ahluwalia, dirigente de una organización no gubernamental que defiende a las mujeres en la India.
"Muchas familias sufren por los rumores de brujería y decenas de mujeres terminan excluidas y violentadas por un simple rumor de brujería", agregó Ahluwalia.
Si en todo el país las creencias supersticiosas están muy extendidas, en las zonas tribales aún más. Los sacrificios están ligados a corrientes como el tantrismo o fieles de la diosa hindú Kali.
También se suele señalar a los seguidores de tradiciones ocultistas, como los Orkas o los Mudkatwa, que llevan a cabo sacrificios humanos (a veces, niños) y animales.
La muerte sirve como ofrenda a los dioses para pedir buenas cosechas o para proteger a la comunidad de enfermedades y malos espíritus; sin embargo, algunos expertos sostienen que hay casos de ajuste de cuentas personales para arrebatar las tierras de los fallecidos.