Porque todos los estudiantes deberían de contar con las condiciones para poder estudiar
Las clases por televisión no son una opción para alumnos en comunidades apartadas, predominantemente indígenas, de municipios de Oaxaca, Guerrero, Chihuahua y Chiapas. Incluso, en algunas regiones ni siquiera hay luz eléctrica.
En Chiapas, de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, en 2019, la señal de televisión llega a sólo tres de cada 10 hogares; el internet, a 16 por ciento de la región, y en comunidades de la zona selva no hay luz eléctrica. Por ello, para el regreso a clase en regiones rurales e indígenas, el magisterio prepara material impreso.
El diseño que el gobierno federal propone para el inicio del ciclo escolar 2020-2021 no es factible para 1.5 millones de niños y niñas de esta entidad, “porque en la mayor parte de los hogares, aún los que están cerca de las ciudades, no llega ni la señal de televisión”, explica Herminia Hernández, asesora técnica pedagógica de la zona escolar de San Cristóbal de Las Casas, que abarca la zona indígena tsotsil.
“Se dividirán los grupos para que en cada salón estén menos de 20 alumnos”, explicó uno de los padres de familia del municipio de Chilón.
En Oaxaca, en la vivienda de Antonia, en la parte alta de la Colonia Guillermo González, no hay energía eléctrica, es una de las pocas casas que no cuenta con el servicio y la mujer acepta que será un problema que sus hijos tomen sus clases.
La colonia, en el municipio de Zaachila, a cinco minutos de la capital de Oaxaca, se encuentra en el ranking de las zonas con mayor índice de pobreza. Un número importante de sus ciudadanos son pepenadores, la cercanía del tiradero de basura más grande de los municipios conurbados representa una fuente de ingresos.
La de Antonia está dentro de la estadística estatal como una de cada cuatro viviendas que no cuentan con televisión o aparato receptor de radio.
En Guerrero, maestros y padres de familia coinciden en que la impartición de clases virtuales abrirá más la brecha de desigualdad que existe en el sector educativo en el estado, donde más de la mitad de su población no tiene acceso a internet y otro porcentaje considerable de sus comunidades rurales tampoco cuentan con el servicio de energía eléctrica.
“El uso de medios digitales como la computadora, internet y/o televisión, no son parte de la realidad para muchos alumnos en Guerrero. Si en las principales ciudades del estado existe un alto porcentaje de estudiantes que no cuenta con una computadora propia, imagínese ahora lo que ocurre en otros lugares, como la sierra o la montaña”, refirió Manuel Venancio, dirigente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación.
Y es que, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 65 por ciento de la población guerrerense (unas 645 mil) no dispone de internet en sus hogares, y esa cifra se dispara hasta el 87 por ciento (alrededor de 350 mil) en las viviendas ubicadas en la zona rural del estado, donde tampoco hay energía eléctrica en más de 600 poblaciones.
En Chihuahua, a través de la radio, más de 20 mil niños indígenas de la sierra recibirán clases en su propio idioma en el arranque del ciclo escolar 2020-2021.
Con esta medida, se garantiza la atención educativa a menores que viven en alrededor de 7 mil 400 comunidades en la entidad, en 17 municipios de la zona serrana, que es donde se concentra la mayor parte de esta población escolar en Chihuahua.
?Con información de Ángeles Mariscal, Alfonso Cruz, Enrique Villagómez y Samuel García