Porque la exalcaldesa de Texcoco será la apuesta de Morena y López Obrador en el Estado de México
Ante lo que consideró que será una campaña electoral en la que incluso las conciencias se intentarán comprar, Delfina Gómez, la precandidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, aseguró en entrevista con El Financiero que “de parte del PRI y del PAN habrá despensas, tinacos, láminas y dinero, muchísimo dinero. Nosotros tenemos nuestra saliva, nuestro andar y apostamos al despertar de esas conciencias”.
Maestra de escuela y diputada federal, la hoy precandidata morenista asegura que, “aunque el licenciado López Obrador ha sido parte muy importante en este inicio de precampaña”, explica que el ascenso que ha mostrado en las encuestas y que la pone en la zona de los punteros se debe principalmente al trabajo a ras de piso de sus comités.
Gómez aseguró que “es cierto que la presencia del licenciado ha ayudado muchísimo, ojalá que pueda estar en muchos más actos de campaña conmigo, pero no puedo soslayar a la gente que ha creído en nuestro proyecto, esa que va de puerta en puerta repartiendo el periódico, convenciendo a la gente”.
Y habla de su contrincante priista, Alfredo del Mazo, y de su contrincante panista, Josefina Vázquez Mota: “aunque como cualquier otro tiene derecho de contender, Del Mazo jugará una campaña basado en el enorme poderío económico del grupo que lo respalda. Pero no tiene la suficiente fuerza moral como para pedir el voto de la ciudadanía sin antes explicarle a la gente por qué levantó la mano para aprobar el gasolinazo y otras reformas que han dañado tanto al país y al estado”.
De Vázquez Mota señaló que “es una persona muy lejana a las causas de la gente, durante dos años nadie aquí ha sabido de ella, pero además también tiene cuentas pendientes.
Por ejemplo, deberá explicar el destino de los recursos de Luis Videgaray le dio para su fundación y que hasta ahora permanecen en la opacidad”. Así, señaló que ambos partidos se irán por la ruta fácil de la compra del voto.
-¿Y la izquierda?
-“La izquierda perdió la oportunidad histórica de vencer al priismo. En el PRD vemos una gran división, una lucha entre dos poderes, uno que busca las prebendas, los arreglos económicos y los acuerdos y otro, que tampoco es mejor”.
De Alejandro Encinas simplemente dijo que “su pasividad desconcertó a todos, nunca supimos si realmente quería ser candidato de un gran frente y al final se quedó en nada”.