Entre enero y octubre de este año, el envío de dinero a México por parte de los connacionales registró un aumento de 10.4 por ciento, al totalizar 33 mil 564 millones de dólares, frente a los 30 mil 395 millones de igual lapso de un año antes.
Esto significó el mejor registro para las remeses de 2017, año en el que tuvieron un alza de 12.7 por ciento.
De acuerdo con datos del Banco de México, solo en octubre las remesas crecieron 14 por ciento a tasa anual, pese a la crisis del COVID-19 que se vive en todo el mundo.
Alberto Ramos, economista en jefe para Latinoamérica de Goldman Sachs, comentó que la cifra es reflejo de los apoyos fiscales en Estados Unidos, además de un tipo de cambio más competitivo.
“Las generosas transferencias fiscales de apoyo a salarios en Estados Unidos, un tipo de cambio muy competitivo y una profunda contracción de la actividad y el empleo en México pueden haber actuado como impulsores de las remesas”, indicó.
El directivo añadió que los sólidos flujos de remesas al país han venido agregando apoyo a la cuenta corriente y al consumo privado, en particular para las familias de bajos ingresos, que tienen una alta propensión al consumo y son los destinatarios de tales transferencias.