Las primeras protestas masivas contra el gobierno en décadas en Cuba fueron parcialmente provocadas por apagones, que son el resultado de un bloqueo más estricto impuesto por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, aseguró el liderazgo comunista de la isla.
El descontento se debe a la “asfixia económica”, ya que la escasez de energía obliga al Gobierno a desacelerar la producción económica y recurrir a apagones, declaró este lunes el presidente Miguel Díaz-Canel, en una conferencia de prensa.
También culpó al creciente número de casos de COVID-19 en la isla y al “sector conservador de la mafia cubanomiamense” por avivar los disturbios.
Durante las protestas del domingo, hubo brotes de saqueos y volcaron un auto de la Policía, criticó. El suministro de energía se vio afectado por un embargo más estricto impuesto por Trump en 2017, que ha continuado bajo la presidencia de Joe Biden, afirmó Díaz-Canel.
Imágenes en redes sociales mostraban multitudes cantando en La Habana, la ciudad provincial de San Antonio de los Baños y otros lugares. Las grandes movilizaciones contra el régimen son inusuales en la isla estrictamente controlada, lo que frena la disidencia.
Cuba ha estado bajo el gobierno de un solo partido desde su revolución de 1959, y recientemente se ha enfrentado a una hambruna creciente después de que su economía se viera afectada por una caída en los ingresos turísticos durante la pandemia.
El año pasado, el gobierno introdujo reformas económicas de emergencia en respuesta a la recesión, incluida la eliminación de algunos subsidios; el ajuste de precios y salarios, y el fin del sistema de doble moneda.
Díaz-Canel reconoció que había razones “legítimas” para que los cubanos estuvieran decepcionados, pero también aclaró que las protestas eran parte de una “guerra no convencional” respaldada por EU, como la que, según él, había provocado protestas en Venezuela.
El presidente Biden contestó que los manifestantes están “reafirmando con valentía derechos fundamentales y universales”.