Porque si EU se sale del acuerdo aumentarían los riesgos que conlleva el cambio climático en el mundo
Donald Trump anunció este jueves que Estados Unidos saldrá el Acuerdo de París, lo que preocupa a líderes de todo el mundo porque representa un duro golpe a la lucha contra el cambio climático.
Pero, ¿de qué va este acuerdo? Aquí te decimos.
LA META
El proyecto sobre cambio climático, adoptado por 195 países en diciembre de 2015 en París, pide cambios drásticos en la economía global para reducir la contaminación. Entre los países que adoptaron este acuerdo se encuentran potencias como Estados Unidos, Francia, Japón, Alemania, China y Canadá (México también adoptó esta medida).
El objetivo del acuerdo es contener el aumento de la temperatura "por debajo de los dos grados centígrados" respecto a la era preindustrial y esforzarse por limitar este aumento a 1.5 grados. Ambos son objetivos muy ambiciosos, dado el nivel actual de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Estos gases se encuentran presentes en la atmósfera terrestre y dan lugar al fenómeno efecto invernadero. Su concentración contribuye al aumento de la temperatura del aire próximo al suelo, haciéndola permanecer en un rango de valores aptos para la existencia de vida en el planeta.
Los gases de invernadero más importantes son: vapor de agua, dióxido de carbono (CO2) metano (CH4), óxido nitroso (N2O) clorofluorcarbonos (CFC) y ozono (O3).
Los expertos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) estiman que es necesario reducir las emisiones GEI entre 40% y 70% entre 2010 y 2050 para permanecer por debajo de los dos grados. El acuerdo de París no especifica metas obligatorias a cada país, como sí lo hace el protocolo de Kioto.
Cada nación se fija a sí mismo sus propios objetivos de reducción de emisiones para 2025 o 2030.
El gobierno de Estados Unidos, previo a que llegara Trump a la Casa Blanca, se comprometió a reducir sus emisiones entre un 26% y un 28% de aquí a 2025, respecto a los niveles de 2005.
CALENDARIO
Los planes de acción entre los países que integran el Acuerdo de París evitarían los posibles cuatro o cinco grados centígrados en el aumento de la temperatura global, previsibles en ausencia de políticas climáticas. De ahí la necesidad de revisar el cumplimiento de los compromisos.
Las organizaciones no gubernamentales presionan para que un máximo de países cumplan y revisen al alza sus ambiciones a partir de 2020, sobre todo tomando en cuenta que las tecnologías "verdes" serán más accesibles.
En el acuerdo, la primera revisión obligatoria está prevista para 2025, fecha muy tardía para poder respetar la meta de los 2 grados centígrados. En tanto, en 2020 lo países deberán comunicar su estrategia de desarrollo para la emisión de baja cantidad de dióxido de carbono para 2050.
¿CÓMO RETIRARSE?
Cualquiera de los 147 países que ratificaron el acuerdo puede abandonarlo.. pero no antes de los tres años tras su entrada en vigor (noviembre de 2016).
Además, la retirada se hace efectiva tras un año suplementario de preaviso.
La opción más radical consiste en abandonar la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que puede hacerse en un año.
LA AYUDA Y EL PELIGRO
En 2009, los países ricos -entre ellos Estados Unidos- prometieron ayudar a los países pobres o en desarrollo y financiar infraestructuras energéticas limpias y adaptarse al impacto negativo del calentamiento global. He aquí el peligro de que Estados Unidos se retire del acuerdo.
Las potencias económicas prometieron que su ayuda aumentaría hasta alcanzar a los 100 mil millones de dólares en 2020, pero (con todo y Estados Unidos), una hoja de ruta publicada en octubre por la OCDE estimó que sobre la base de los compromisos anunciados, la ayuda alcanzaría apenas los 77 mil a 133 mil millones de dólares en 2020, ya con dinero de los gobiernos, bancos de desarrollo e inversión privada.
El texto de París establece que los 100 mil millones de dólares son apenas un mínimo anual y que se fijará un nuevo objetivo para 2025.
EL LADO B
Antes de que Trump planteara siquiera la posibilidad de desechar la participación estadounidense en el famoso tratado de 2015, Coca-Cola y el gigante de la ingeniería General Electric (GE) ya se habían comprometido a reducir sus huellas de carbono en un 25% y 20%, respectivamente, para 2020.
Mientras tanto, Apple se jacta de conducir sus operaciones en Estados Unidos con un 100% de energía renovable.
El gigante de la agroindustria Monsanto señaló a la AFP que estaba "comprometido" a ayudar a "los agricultores a adaptarse y mitigar el cambio climático".
Entre tanto el gigante petrolero Chevron "apoya continuar con el acuerdo de París, ya que ofrece un primer paso hacia un marco global", dijo la vocera de la empresa.
La rival de Chevron, ExxonMobil, recientemente exhortó a la Casa Blanca a que no abandonara el tratado sobre el clima para responder eficazmente a los "riesgos" climáticos.