Porque el presidente (y su familia) siempre están acompañados por el Servicio Secreto, incluso en viajes personales, y eso cuesta millones de dólares.
Mover a un presidente no es cosa menor y mucho menos si se trata de Donald Trump. Cientos de personas están siempre al pendiente de qué pasa con el ‘Líder del mundo libre’; y cuando realiza viajes personales, se movilizan millones de recursos para proteger al mandatario.
En el primer mes de trabajo de Donald Trump, sus viajes personales y de su familia han costado 11.3 millones de dólares, según el diario The Independent, aproximadamente lo mismo que costaron los viajes de Obama, pero durante 1 año.
No hace mucho (5 años) esto le enojaba mucho al entonces, ciudadano Donald Trump.
La Oficina de Responsabilidad de gobierno estima que los viajes presidenciales tienen un costo promedio de 3 millones de dólares. Este cálculo considera el precio de las operaciones del avión presidencial, aviones de apoyo, pequeñas embarcaciones de la Guardia Costera, alojamiento, comida, tarifas aéreas, renta de carros para personal del Departamento de la Defensa o Seguridad Nacional que supervisan el viaje. Estas estimaciones no incluyen los salarios del personal.
Desde el 20 de enero, el día que tomó posesión como el presidente #45, Trump ha viajado 3 veces a su residencia de Palm Beach, al sur de Florida, “Mar-a-Lago”. El pasado fin de semana, el presidente Trump se refirió a este lugar como “la Casa Blanca del Sur”:
Además, para proteger Mar-a-Lago, el Sheriff de Palm Beach dijo que vigilar la zona ha costado 360,000 dólares en pagos de tiempo extra a policías. Si bien Mar-a-Lago es propiedad de Donald Trump, recientemente ha sido utilizada para eventos diplomáticos con el presidente japonés Shinz? Abe y su familia.
Los hijos de Donald Trump también reciben protección del servicio secreto.
Durante un viaje que realizó Eric Trump,el tercer hijo del mandatario norteamericano, a Uruguay, dejó una cuenta de 97,830 dólares en el hotel por el hospedaje del equipo del Servicio Secreto que lo acompañó, reportó The Washington Post.
Además de esta visita sudamericana, los hijos de Trump han viajado a República Dominicana y a Dubai por razones personales o de negocios, siempre acompañados por el equipo de seguridad.
Los gastos del Servicio Secreto para proteger al primer mandatario y su familia en viajes de descanso y de negocio son con cargo a los impuestos de los norteamericanos.