El gobierno libanés ordenó que los funcionarios del puerto de Beirut, donde ocurrió una explosión que ha dejado miles de heridos y un centenar de muertos, fueran puestos bajo arresto domiciliario. Esto como parte de las investigaciones que las autoridades siguen para poder encontrar la causa del incidente.
El fiscal estatal, Ghassan Oueidat, ordenó a las agencias de seguridad que inicien una investigación inmediata y recopilen todos los informes y cartas relacionadas con los materiales almacenados en el puerto, así como las listas de personas a cargo del mantenimiento, almacenamiento y protección del hangar.
Entre las nueva pistas para encontrar qué ocurrió; apareció una carta oficial en línea que mostraba que el jefe del departamento de aduanas había advertido repetidamente que una gran reserva de nitrato de amonio almacenado en un hangar en el puerto era un peligro y pidió una forma de eliminarlo.
La carta de 2017 del jefe de aduanas a un juez no pudo confirmarse de inmediato. Si es auténtico, podría profundizar la creencia ya expresada por algunos libaneses de que la mala gestión generalizada, la negligencia y la corrupción entre la clase dominante del país es la culpable de la explosión.
El jefe de aduanas advierte sobre los "peligros si los materiales permanecen donde están con respecto a la seguridad de los empleados (portuarios)" y le pide al juez orientación sobre qué hacer con él. Precisó que se enviaron cinco cartas similares en 2014, 2015 y 2016. La carta propone que el material sea exportado o vendido a una compañía libanesa de explosivos. No se sabe si hubo alguna respuesta.
El presidente Michael Aoun prometió antes de una reunión de gabinete el miércoles que la investigación sería transparente y que los responsables serán castigados.
"No hay palabras para describir la catástrofe que afectó a Beirut anoche", aseveró.
El Gabinete ordenó que un número no especificado de funcionarios del puerto de Beirut fueran arrestados a la espera de una investigación sobre cómo el nitrato de amonio llegó a almacenarse en el puerto durante años. El Gobierno también declaró un estado de emergencia de dos semanas, otorgando efectivamente al ejército plenos poderes durante este tiempo.
El gobierno también comentó que se abrirán escuelas públicas para albergar a quienes perdieron sus hogares y que el ministro de turismo también trabajará en la apertura de algunos hoteles para uso de aquellos que perdieron sus hogares. También prometió una compensación para las víctimas.
Con el puerto de Beirut destruido, el Gobierno comentó que las importaciones y exportaciones serán aseguradas a través de otros puertos en el país, principalmente en Trípoli y Tiro.