Porque Venezuela toma como intento de golpe de Estado la firma de este convenio
De nueva cuenta el presidente Andrés Manuel López Obrador está en el ojo del huracán. Esta vez se trata del tema Venezuela, pues el Gobierno de México decidió no firmar la declaración del Grupo de Lima para que el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, no asuma el poder el próximo 10 de enero.
¿Pero qué es este grupo, por que AMLO no firmó y cómo le fue con sus adversarios? Acá te contamos.
¿QUÉ ES?
El Grupo de Lima nació el 8 de agosto de 2017 en Perú, donde se reunieron representantes de 14 países, entre ellos México, con el objetivo de dar seguimiento y buscar una salida pacífica a la crisis en Venezuela.
Una de las peticiones de este grupo es que se liberen a los presos políticos, que existan elecciones libres y además se comprometió a ofrecer ayuda humanitaria al país sudamericano.
El Grupo de Lima ratificó su pleno respaldo y reconocimiento a la Asamblea Nacional, elegida legítimamente el 06 de diciembre de 2015, como órgano constitucional democráticamente electo en Venezuela. Es decir, no reconoce el gobierno de la Asamblea Constituyente decretada por Maduro.
También exigen respeto a la integridad, la autonomía y la independencia del Tribunal Supremo de Justicia y condenan cualquier provocación o despliegue militar que amenace la paz y la seguridad en la región.
¿POR QUÉ AMLO NO FIRMÓ?
El presidente dijo que no se debe intervenir en asuntos de otras naciones para que del mismo modo, otros países no intervengan en asuntos que competen solo a los mexicanos.
"Nosotros no nos inmiscuimos en asuntos internos de otros países porque no queremos que otros gobiernos, otros países, se entrometan en los asuntos que solo corresponden a los mexicanos", dijo.
En el escrito, representantes de las cancillerías de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía pidieron a Maduro ceder el poder.
Al respecto, el Gobierno de México reiteró su preocupación por la situación en Venezuela, pero sostuvo que mantendrá relaciones con ese país y se abstendrá de pronunciarse sobre la legitimidad de su Gobierno.
Además, se manifestó en favor de que el Grupo de Lima promueva iniciativas de diálogo y no de aislamiento hacia Venezuela.
"México promueve firmemente el diálogo con todas las partes involucradas para encontrar la paz y la reconciliación, por lo que reiteramos nuestro rechazo a cualquier iniciativa que pretenda dar cabida a medidas que obstaculicen el diálogo para enfrentar la crisis en Venezuela. Esto debido a que estaríamos cerrando un canal de comunicación necesario para lograr el propósito por el que el Grupo de Lima fue fundado.
México está convencido de que este tipo de acciones, lejos de resolver la situación en el país, abonaría a agudizar el deterioro de las condiciones de vida de los venezolanos. En tal virtud, México no considera apropiada cualquier vía que no dé prioridad al fomento de la paz y del diálogo", dijo Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y el Caribe.
LAS REDES ARDEN
Sin embargo, esta postura de no intervención le ha traído varias críticas al presidente, pues sus críticos aseguran que es ceder ante una dictadura que no respeta los derechos humanos de los ciudadanos.
Las críticas han venido por parte de empresarios, políticos, especialistas; y hasta de propios aliados como la senadora Lily Téllez, quien calificó a Nicolás Maduro como un dictador.
Gustavo de Hoyos, presidente nacional de la Coparmex, también se pronunció al respecto y calificó la postura mexicana como "retrógrada y complaciente".
El periodista Jorge Ramos aseguró que no es correcto ni moral que el gobierno mexicano apoye una dictadura.
El conductor Andrés Oppenheimer pidió directamente una explicación a AMLO sobre su apoyo al mandatario venezolano.
La conductora Mónica Garza fue más allá y aseguró que existen muchos mexicanos avergonzados porque no se firmara la declaración del Grupo de Lima.
La dramaturga Sabina Berman también le entró al debate asegurando que en otros países como Cuba y Bolivia se debe pedir lo mismo.
La senadora Xóchitl Gálvez aseguró que la no intervención no justifica las violaciones a los derechos humanos.
¿QUÉ DICE VENEZUELA?
El gobierno venezolano no se quedó callado y aseguró que la declaración del Grupo de Lima no es más que un intento de golpe de Estado orquestado por Estados Unidos.
"La República Bolivariana de Venezuela expresa su mayor perplejidad ante la extravagante declaración de un grupo de países del continente americano que, tras recibir instrucciones del gobierno de Estados Unidos a través de una videoconferencia, han acordado alentar un Golpe de Estado en Venezuela, en un hecho sin parangón en la historia de la región, al intentar desconocer tanto el Gobierno democráticamente electo, como a las instituciones legítimamente constituidas, llegando al extremo de pretender modificar los límites territoriales del país, atribuyendo territorio indiscutidamente venezolano a una nación vecina, interviniendo en una controversia territorial de exclusivo alcance bilateral", dice el comunicado oficial.
¿Y LA LEY?
De acuerdo con el artículo 89, fracción X de la Constitución mexicana, el presidente tiene entre sus facultades dirigir la política exterior bajo principios normativos como:
"La autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales".
Justo por la parte que corresponde a los derechos humanos es donde algunos personajes critican la postura mexicana.