Autoridades han decretado toque de queda nocturno en 25 ciudades de 16 estados de Estados Unidos, entre ellas Minneapolis, epicentro de las protestas raciales y de los disturbios, tras el asesinato, a manos de la policía, del afroamericano George Floyd durante una detención de rutina.
La policía ha detenido al menos a 1,669 personas desde el jueves, de las cuales un tercio de estas se hicieron en Los Ángeles, California. Mientras que en Nueva York al menos 345 personas fueron arrestadas la noche del sábado y 33 policías resultaron heridos en las protestas por la muerte del Floyd que tuvieron lugar en varios puntos de la ciudad, y aunque iniciaron con carácter pacífico, se tornaron violentas con el paso de las horas.
Según la cadena CNN, entre las 25 urbes, desde la costa este a la costa oeste con toque de queda nocturno, está Los Ángeles, Denver, Miami, Atlanta, Chicago, Louisville, Rochester, Cleveland, Portland, Filadelfia, Pittsburgh, Charleston, Nashville, Salt Lake City, Seattle y Wisconsin.
Al menos 5 mil efectivos de la Guardia Nacional han sido activados en 15 estados y en el Distrito de Columbia para lidiar con los disturbios derivados de las protestas contra la brutalidad policial frente a la comunidad negra.
Ante la intensidad de las protestas, el pasado viernes el presidente Donald Trump tuvo que ser trasladado a un búnker en la Casa Blanca para su protección.
El New York Times reveló que agentes del Servicio Secreto lo llevaron al búnker subterráneo que se utilizó en el pasado durante ataques terroristas.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, rechazó que haya un “racismo sistémico” en la Policía y dijo que son “manzanas podridas” los violentos incidentes como el que la semana pasada le costó la vida a Floyd.
Keisha Lance Bottoms, alcaldesa de Atlanta, una de las decenas de ciudades estadounidenses afectadas por las protestas, envió un mensaje a los manifestantes: “Si estuviste protestando anoche, probablemente debas hacerte una prueba del coronavirus esta semana”.
A medida que se abren más playas, iglesias, escuelas y negocios en todo el mundo, los disturbios civiles en Estados Unidos por la injusticia racial reiterada aumentan los temores de nuevos brotes de coronavirus.
A pesar de la prohibición de reuniones masivas en Reino Unido, miles de personas se reunieron ayer en Londres y Manchester para protestar por la muerte del afroamericano George Floyd, a manos de un policía, en Minneapolis.
Con la consigna de “sin justicia, no hay paz”, los manifestantes se reunieron en la emblemática Plaza Trafalgar antes de marchar por Westminster rumbo a Downing Street.