Seúl.— Corea del Norte detonó el martes las secciones norteñas de las carreteras intercoreanas que ya no se utilizan, según Corea del Sur, después de que los dos rivales cruzaran amenazas de destrucción entre crecientes hostilidades por las afirmaciones norcoreanas de que drones surcoreanos sobrevolaron su capital.
La demolición de los caminos reflejaba la creciente aversión norcoreana al gobierno conservador en Seúl, después de que el líder norcoreano, Kim Jong Un, prometiera cortar relaciones con Corea del Sur y abandonar el objetivo de lograr una unificación coreana pacífica.
Los observadores dicen que sigue siendo improbable que Kim realice ataques preventivos de gran escala contra Corea del Sur, porque eso sin duda provocaría una enorme represalia de las muy superiores fuerzas surcoreanas y estadounidenses que pondría en peligro su supervivencia.
El Estado Mayor surcoreano también dijo que el ejército surcoreano había disparado desde algunos tramos al sur de la frontera en respuesta a las explosiones. Su comunicado no dio detalles sobre los disparos. Podría haber pretendido evitar fuego transfronterizo de Corea del Norte. En un primer momento no estaba claro si Pyongyang había respondido.
El Ejército surcoreano dijo estar reforzando su preparación y posición de vigilancia en coordinación con Estados Unidos.
LAS IMÁGENES DE LA DESTRUCCIÓN
Un video proporcionado por las fuerzas armadas surcoreanas mostraba una nube de humo blanco y gris provocado por la explosión en una carretera cerca de la localidad fronteriza de Kaesong, y camiones y excavadoras enviados por Corea del Norte para retirar los escombros. Otro video mostraba humo saliendo de una carretera costera cerca de la frontera oriental entre los dos países.
En el pasado, Corea del Norte ha empleado la destrucción coreografiada de instalaciones en su territorio como mensaje político.
En 2020 voló el edificio de una oficina vacía surcoreana de enlace justo al norte de la frontera, en represalia por las campañas civiles surcoreanas para enviar panfletos. En 2018, Corea del Norte demolió varios túneles en su complejo de pruebas nucleares al inicio de las negociaciones nucleares con Estados Unidos. En 2008 voló una torre de refrigeración en su principal recinto nuclear cuando las negociaciones previas de desarme a cambio de ayuda seguían en marcha.
Destruir las carreteras encajaría con la orden que dio en enero Kim Jong Un de eliminar el objetivo de una unificación coreana pacífica, designar oficialmente a Corea del Sur como el “enemigo principal invariable” del país y definir el ámbito territorial y soberano del Norte. La orden sorprendió a muchos expertos porque parecía romper con las aspiraciones atesoradas por sus predecesores de unificar la península de Corea según los términos del Norte.
Los expertos creen que probablemente Kim aspira a sofocar la voz de Seúl en el pulso regional nuclear y busca tratar directamente con Estados Unidos. También dice que probablemente el mandatario espera reducir la influencia cultural surcoreana y reforzar su poder en casa.
Pyongyang ha acusado a Seúl de infiltrar drones para arrojar panfletos de propaganda sobre la capital en tres ocasiones este mes, y amenazó con responder por la fuerza si vuelve a ocurrir. Corea del Sur ha declinado confirmar si envió drones, pero advirtió que Corea del Norte enfrentaría el final de su régimen si la seguridad de los ciudadanos surcoreanos se ve amenazada.
Corea del Norte puso artillería en el frente y otras unidades militares en guardia para atacar el Sur si se vuelven a encontrar drones surcoreanos en su territorio. El Ministerio norcoreano de Defensa dijo que todo el territorio surcoreano “puede ser reducido a cenizas” tras el poderoso ataque del Norte.
Medios estatales norcoreanos habían informado el martes sobre una reunión de Kim Jong Un con sus mandos militares y de seguridad el día anterior, en la que Kim describió los supuestos vuelos de drones surcoreanos como “una grave provocación del enemigo” y enumeró tareas no especificadas de “acción militar inmediata” y su “disuasión de guerra” para defender la soberanía del país, según la Agencia Central de Noticias de Corea.
Durante la anterior era de distensión intercoreana en la década de 2000, las Coreas reconectaron dos caminos y dos vías de ferrocarril a través de su frontera. Pero sus operaciones se suspendieron posteriormente, una tras otra, a medida que crecían las diferencias sobre el programa nuclear norcoreano y otras cuestiones.