La contienda por la gubernatura del Estado de México está dando muestras de que las campañas y la actividad política proveen información valiosa a los electores acerca de los candidatos.
Ya sea que predominen las propuestas o los ataques, el debate de ideas o las acusaciones, los ciudadanos pasan por un proceso de aprendizaje, de conocimiento y de contraste entre los diversos candidatos con miras a una elección.
La serie de encuestas que hemos realizado en El Financiero durante los últimos nueve meses en el Estado de México, dan cuenta de cómo ha crecido el nivel de conocimiento de quienes aspiran a gobernar la entidad.
En agosto de 2016, el personaje político más conocido por el electorado estatal, entre los cuatro que hoy concentran más del 90% de la intención de voto mexiquense, era Josefina Vázquez Mota, quien contaba con un nivel de conocimiento de 55%, reflejo de su previa exposición como candidata presidencial y secretaria de Estado.
Alfredo del Mazo era un poco menos conocido que la panista en ese mes de agosto, con 49%, mientras que Delfina Gómez y Juan Zepeda, políticos hasta entonces locales, tenían un nivel de conocimiento de 17%, cada uno.
En los meses siguientes, ya con actividad política más intensa, pero sin campañas formales, el nivel de conocimiento de los cuatro registró una tendencia al alza, siendo más notable el crecimiento de Zepeda y Delfina a 30 y 25%, respectivamente, hacia enero de este año, con Josefina en 60% y Del Mazo en 55%.
Para marzo, ante la selección de candidatos y en la antesala del inicio de las campañas, el conocimiento de los cuatro personajes subió nuevamente: Josefina a 75%; Del Mazo, a 66% por ciento; Delfina, a 53%, y Zepeda, a 50%.
Para estos últimos, el paso de la política local a la estatal significó un aumento de poco más de 30 puntos porcentuales, mientras que la panista y el priista sumaron 20 o casi 20 puntos más de conocimiento entre el electorado estatal.
De acuerdo con la más reciente encuesta de El Financiero, publicada el 3 de mayo, Del Mazo y Josefina cuentan con un nivel de conocimiento de 83% cada uno, mientras que Delfina tiene ya 76% y Juan Zepeda, 69%.
Entre siete y ocho electores en el estado los conocen, un claro indicador de aprendizaje político, y la asimetría de conocimiento que había entre ellos ya casi queda borrada.
Por supuesto, conocer a los candidatos no es simpatizar con ellos. En nueve meses, la opinión favorable respecto a Josefina casi se mantuvo estable, y de hecho bajó en el último mes.
En contraste, la imagen positiva de los otros tres candidatos sí ha subido, pero en ningún caso se sitúa por arriba del 30%. Conocer no es querer.
La que más ha ganado en opinión positiva es Delfina, lo cual se traduce en su crecimiento en intención de voto.
Más allá de si hay un efecto AMLO, la candidata de Morena es hoy ampliamente conocida y cuenta con la mejor imagen de los cuatro candidatos.
Aún faltan cuatro semanas para la elección y seguramente veremos alzas adicionales en el conocimiento, así como posibles variaciones en la imagen de los candidatos.
Una de las implicaciones del alza en conocimiento, es que el voto no es una acción vacía y sin contenido. La decisión electoral no va a ciegas.
Podemos discutir y analizar hasta qué punto el voto es razonado, pero ciertamente estos datos reflejan un aprendizaje político, un nivel de atención por parte de los electores que, en mayor o menor medida, les ayuda a hacerse una imagen de cada candidato con miras a una elección.