En los primeros días de la próxima semana, los temas electorales van a dominar el diálogo nacional.
Estaremos ocupados en observar, evaluar y ver en detalle los resultados de los comicios del domingo, que pueden cambiar de modo importante la vida nacional.
En algunos casos, incluso los temas electorales pueden extenderse por algunas semanas, en la medida que los resultados queden sujetos a las impugnaciones.
Las habrá, y en algunas elecciones estatales y municipales quizás sean muchas. Pero no será la tónica dominante en la vida nacional luego del proceso electoral.
En la próxima semana, otro de los temas que van a pasar a primer plano es la relación con Estados Unidos.
México fue elegido por la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, como el primer país que visitará en su mandato.
La prioridad de Harris, como hemos comentado, es hoy el tema migratorio, y su prioridad va a ser obtener la cooperación de México para resolver una crisis que podría tener un alto costo electoral para la administración Biden.
Los otros asuntos de la relación bilateral no tendrán prioridad en las conversaciones, en el caso de que estén presentes en ellas.
Quienes piensen que la vicepresidenta viene a supervisar las elecciones se llevarán un chasco. No viene a eso.
Si, como las encuestas señalan, Morena y sus aliados mantienen la mayoría absoluta, es probable que no haya grandes cambios en la agenda legislativa.
Si ocurriera el escenario inesperado de que perdieran esa mayoría, no descarte que antes del 1 de septiembre, se trataría de convocar a uno o varios periodos extraordinarios para aprovechar la mayoría con la que cuentan.
El ambiente político y económico será influido por el resultado electoral y la confianza institucional que se genere.
Aun si la 4T mantiene la mayoría absoluta, pero queda claro que no tiene la mayoría constitucional, probablemente se despejen ciertas dudas que existen entre los empresarios e inversionistas respecto a posibles cambios en materia energética o con relación a los órganos autónomos.
Hay, sin embargo, una corriente de opinión en el mundo empresarial que considera que la 4T podría radicalizarse en que caso de que sus resultados fueran desfavorables.
Me parece que es más factible lo opuesto, que una pérdida de presencia en el Poder Legislativo y un menor éxito que el esperado en el poder regional podría obligar a desarrollar una actitud más negociadora.
En el caso de los nombramientos que vienen, destacadamente, el del gobernador del Banco de México y de un ministro de la Suprema Corte, me parece que el resultado electoral también tendrá impacto en los perfiles en los que pensará el presidente.
Mayor ventaja para Morena influiría en la búsqueda de personas más cercanas al presidente para ocupar esos cargos.
Otro de los temas que va a emerger en los próximos meses es el de la reforma fiscal.
Se ve difícil que los equilibrios de las cuentas públicas sean compatibles con la expansión de programas sociales y la conclusión de los proyectos de infraestructura.
Pocos asuntos podrán quedar exentos del efecto de la elección.
Así que no se desconecte de las diversas plataformas de El Financiero en los próximos días.