La esperada segunda etapa de apoyos regulatorios que las autoridades darán a las instituciones financieras ya fueron presentadas, pero no necesariamente todas las tomarán, ya que, al igual que el programa de diferimiento de pagos, es opcional acogerse a ellos.
Recordemos que varios bancos decidieron no dar estas opciones de apoyo a sus clientes para diferir sus pagos hasta 6 meses y otros optaron por darles incluso más plazo sin someterse a las reglas que se emitieron, esto porque no hay que olvidar que por un lado los bancos son los que llevan y conocen su negocio y ellos deciden si adoptan las medidas que las autoridades financieras presentan en este momento pandémico, ya que a diferencia de otras regulaciones no son obligatorias el sujetarse a ellas, por estar basado su diseño en el esquema de apoyos especiales para desastres naturales, en este caso la crisis por el COVID-19.
Cada banco o institución del sector financiero sigue sus propios criterios en el manejo y recuperación de cartera, reestructuras y descuentos que quieran dar a ciertos perfiles de cliente, por ello desde ahora deben saber que no todos podrán acceder a estos programas; será decisión de cada institución la manera cómo lo aplica y sobretodo, qué apoyos dará a sus clientes.
Por otro lado, muchas de las medidas anunciadas en esta segunda etapa son generales y no necesariamente para los bancos son la mejor opción, ya que comentaron algunos, se pidieron apoyos regulatorios en temas específicos que no han sido aceptados, hasta ahora.
Así que, si es de los que hoy están en problemas para pagar sus deudas con entidades financieras reguladas, tendrá que esperar a que su acreedor ofrezca disminuirle el pago que venía realizando de sus créditos en al menos en un 25 por ciento como buscan las autoridades que suceda, lo que implicará que se amplíe el plazo remanente hasta en un 50 por ciento o bien le apliquen una quita, o una consolidación de sus deudas; si bien, en general, es una segunda etapa con buenas intenciones, aún falta ver la circular de los cambios que permitirá a los bancos entrar a dar estos y más apoyos a sus deudores, aún falta mucho por ver.
Y hoy hay varias moneditas que no podemos dejar pasar, una de ellas es que como saben el gobierno de Estados Unidos vía la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC, por sus siglas en inglés) anunció que trabaja con diversas instituciones mexicanas como Compartamos, Crédito Real y otras Sofomes, que si bien se manejó como líneas de crédito para que apoyaran directamente a Pymes o microcréditos, en el caso de Compartamos es parte de una línea de crédito que el banco está gestionando con la agencia japonesa de desarrollo Jica, y con Citi, el cual ha sido desde sus inicios una parte fundamental de su crecimiento.
Los 14 millones de dólares del DFC para Compartamos son parte de la garantía que darían una vez que les aprueben la línea de financiamiento que buscan para seguir diversificando sus fuentes de fondeo y estar preparados para lo que viene en los siguientes meses.
Otra monedita importante para el sector financiero es que este fin de semana los oficiales de cumplimiento que se certificaron en el 2015 se presentan a renovar sus certificados, por lo que pondrán a prueba sus conocimientos y no solo eso, certificar que estos años han mejorado su ‘olfato’ para reportar las operaciones inusuales, relevantes y preocupantes que a diario se presentan en el sector; ellos son una figura clave para frenar el lavado de dinero en el sistema y los que cuidan la imagen de sus empresas en ese tema y del país, suerte a todos. Por lo pronto, la moneda está en el aire.