Todo el mundo quiere llevarse la medalla anticorrupción
El caso de Guillermo Padrés, exgobernador de Sonora acusado de enriquecimiento ilícito y corrupción, tiene a los líderes nacionales del PAN y el PRI en una guerra de declaraciones dignas de un ring de box.
Tanto Ricardo Anaya, líder del PAN, como Enrique Ochoa Reza, dirigente del PRI, se acusan de ser tibios ante la corrupción emanada de sus respectivas militancias.
Por ejemplo, Ochoa Reza criticó al PAN de ser poco transparente respecto al caso de Padrés y dijo que era de interés nacional saber si un "prófugo de la justicia" proporcionó datos importantes a su partido que comprueben la comisión de varios delitos
"Decimos la verdad y basta con pedirle a Ricardo Anaya que haga públicas las actas de la reunión que tuvo su Comisión Anticorrupción, con Guillermo Padrés", dijo el dirigente de los tricolores durante una entrevista con diversos medios de comunicación este 16 de octubre.
"Ahora resulta que fue al partido, sabiendo que había denuncias estatales y procedimientos federales en su contra; seguramente les dijo algo que generó la decisión de suspenderlo, que lo hagan del conocimiento público para saber qué fue los que les dijo Padrés".
Ante esto, el PAN reaccionó de inmediato y a través de un comunicado, el partido dijo que Ochoa Reza era un mentiroso.
"El presidente del PAN, Ricardo Anaya, no estuvo presente durante la comparecencia de Guillermo Padrés ante la Comisión Anticorrupción del partido el pasado martes 27 de septiembre. Fue esta Comisión, encabezada por Luis Felipe Bravo Mena, ante la cual compareció como parte del proceso que se sigue en su caso al interior del partido", se lee en el comunicado.
En el documento, el PAN aseguró que el día que Padrés se reunió con la Comisión Anticorrupción, nadie sabía de la orden de aprehensión girada por la Procuraduría General de la República.
Para rematar, el partido volvió a sacar el tema de la liquidación que recibió Ochoa Reza tras dejar su cargo en la Comisión Federal de Electricidad y hasta lo retaron a devolver el dinero que recibió.
"Quien sí cometió una ilegalidad, en cambio, fue el Presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, al cobrar de la Comisión Federal de Electricidad una liquidación de un millón 206,000 pesos que no le correspondía, toda vez que la suya fue una separación voluntaria. Retamos al mentiroso Ochoa y a su equipo de colaboradores que cometieron el mismo abuso, a que regresen ese dinero que se llevaron indebidamente", se lee en el documento.