La escritora Beatriz Gutiérrez Müller se puso nostálgica en redes sociales y recordó el episodio que ella y el presidente López Obrador vivieron en el 2005, con el juicio de desafuero de AMLO.
En su mensaje escrito en Facebook, aseguró que ya limpió su alma de aquella injusticia y que incluso no recuerda los nombres de los confabulados, por los que les deseó amor y bendiciones.
Dijo que para lograr grandes cosas hay que sortear grandes obstáculos.
"Nada que sea relevante o transformador es una línea recta aunque es preciso actuar rectamente siempre. Los valores morales y espirituales ayudan mucho cuando los inconvenientes son pesados o poderosos. Fortalecer el alma y las convicciones, aunque sea a la larga, nos llevará a la satisfacción y a la paz".
Gutiérrez Müller recordó que con 60 votos a favor, 127 en contra y dos abstenciones, el congreso desaforó a López Obrador.
"Esta reflexión me la produce traer a la memoria esto: hace 17 años nuestro presidente acudió a la Cámara de Diputados y fue desaforado (era jefe de Gobierno de la capital). Este procedimiento implicaría que perdía inmunidad legal y podían las autoridades judiciales proceder en su contra; apresarlo y encarcelarlo. ¿La razón? “Violar una orden judicial que exigía la suspensión de la construcción” de una calle que comunicaría a un hospital (privado, por cierto), en El Encino, expropiado en otras administraciones de la Ciudad de México".
En vísperas de la revocación de mandato, explicó que más allá de su relación con AMLO, "como mexicana" se siente conmovida por proceso de desafuero y deseó amor a quienes no los quieren.
"Más allá de vínculos personales, como mexicana me siento siempre conmovida por este episodio. Desde ahí tuve clarísimo: a los que no nos quieren, demos a cambio algo de amor; a los que desean nuestra desdicha, sonriamos; y a los que gozan nuestro infortunio, saber en silencio que el tiempo pone todos en su lugar y esclarece las dudas".