A partir de 2024 México retomaría sus tasas de crecimiento por arriba de 2 por ciento pero podría aprovechar el potencial que tiene si implementa al menos tres reformas que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), identifica como prioritarias: aumentar la participación femenina en el mercado laboral, reducir la informalidad y mejorar la calidad de la educación, dijo Alberto González Pandiella, jefe de división interino del organismo.
“México es una economía con un gran potencial de crecimiento y vemos oportunidades de reforma para hacer realidad ese potencial”, dijo Alberto González Pandiella, jefe de división interino de la OCDE al reconocer un crecimiento mejor a lo esperado este año, por lo que ajustaron al alza sus expectativas del PIB a 2.5 por ciento en este año, comparado con el 2.1 por ciento previsto en septiembre.
Hay tres reformas que la OCDE considera prioritarias, son las siguientes:
Mientras tanto, la inflación continúa bajo presión como lo demuestra la inflación subyacente, aunque se reconoce el efecto favorable de los mecanismos de contención de precios de energéticos y de productos básicos alimentarios, junto con la actuación anticipada del banco central. El organismo estima que la inflación termine 2023 en 5.7 por ciento y baje a 3.3 por ciento en 2024.
“México es una economía muy abierta, una de las más abiertas de la OCDE y esto hace que esté más expuesto a los choques externos y parte de ellos explican porque la inflación está tan alta en México pero vemos algunas señales de alguna desaceleración, creemos que está próximo el momento en que se verá una desaceleración en la inflación subyacente”, dijo el especialista en conferencia de prensa virtual.
Gracias al mecanismo de estabilización del precio minorista del combustible, se estima que la inflación se está reduciendo entre 2 y 4 puntos porcentuales, según la OCDE, y el costo presupuestario asociado es de 1.4 por ciento del PIB del 2022.
“Creemos que por una parte, las medidas para limitar el impacto de los energéticos está ayudando y otras de las medidas del gobierno para contener precios de productos básicos y sin duda, la reacción temprana del banco central del Banco de México está comenzando a dar frutos y creemos que esto será más visible en los próximos meses”, señaló.
Si bien las medidas en marcha para mitigar el impacto de los altos precios energéticos están funcionando, de cara al futuro la OCDE identifica espacio para focalizarlas y reducir su costo fiscal y crear espacio para otras áreas de gasto.
“Vemos oportunidades para ampliar bases tributarias en México que permitirán dar respuesta a necesidades de gasto en áreas como educación y salud y al mismo tiempo mantener el fuerte compromiso con la prudencia fiscal que México ha venido mostrando en los últimos años”, dijo.
La desaceleración económica de Estados Unidos estimada para el 2023 conun repunte del PIB de apenas 0.5 por ciento, luego de un aumento de 1.8 por ciento previsto en 2022, tendrá un efecto sobre la economía mexicana sin esperar un “desplome” de sus exportaciones y que con el nearshoring se podría compensar dijo Alberto González Pandiella, jefe de división interino de la OCDE.
“El nearshoring puede, en alguna forma, mitigar el efecto de la desaceleración de Estados Unidos. No vemos un desplome de las exportaciones debido a la desaceleración de Estados Unidos, vemos un debilitamiento, pero creemos que los sectores de la electrónica, de automotriz y la evidencia cada vez más clara de que hay un proceso de que México está atrayendo actividad económica hacia sus estados para beneficiarse de estar cerca de Estados Unidos y eso creemos que dará soporte a las exportaciones”, dijo.