Porque Malala causó mucha expectativa y la logró sobrepasar
Cuando era una niña de 15 años recibió tres disparos; uno en la espalda, otro en el cuello y uno más en la cabeza. Malala sobrevivió.
Sus ideas por los derechos de las niñas a tener plena educación se hicieron más fuertes que nunca tras el intento de asesinato por parte de los talibanes.
"Yo pienso que nada es imposible. Hace un siglo las mujeres luchaban por el derecho al voto y no sabían si obtendrían, y lo lograron. Podemos seguir luchando, nada será imposible y vamos a ver a todos en la escuela"
«Malala»
Malala ganó el Premio Nobel de la Paz a los 17 años, convirtiéndose en la persona más joven en recibir este reconocimiento.
Este jueves, Malala pisó México por primera vez, país al que ha descrito con una sola palabra: beautiful. Y hermoso ha sido su discurso en el que no solo nos ha dejado enseñanzas, sino que principalmente ha sido una fuente de inspiración.
"Ha sido la experiencia de mi vida", dijo una estudiante de preparatoria mientras caminaba entre los miles de jóvenes que escucharon a la activista pakistaní, que en diversas ocasiones tuvo que acomodarse su velo.
Ella, una estudiante del Tecnológico de Monterrey, habla una diferente lengua que Malala, ambas han nacido en lugares muy distantes uno del otro, no comparten ni religión ni creencias ni vestimenta; y tampoco se parecen físicamente. Lo que sí comparten es un mismo ideal: una sociedad más justa.
"Gracias por su apoyo, por apoyarme en la causa de la educación. Cuando veo a jóvenes como ustedes me da más fuerza para luchar por la educación"
«Malala»
Casi tres mil personas escucharon el discurso de Malala en un inglés muy fluido y celebrado. Cada respuesta de Malala significaba un aplauso de esperanza.
La estudiante, quien ingresó a la Universidad de Oxford, ha iniciado pláticas con el gobierno mexicano para que su fondo de apoyo por la educación por los niños y de mujeres desplazadas inicie operaciones en México.
UNA ESTRELLA EN MÉXICO
La joven de 20 años, que lucha por la educación y la justicia, fue recibida con fervor y pasión.
Malala no canta, no actúa, no baila, no da tips de belleza. Ella no tiene esa característica de querer ser la protagonista de la historia. Percibimos a una joven con los pies bien puestos sobre la tierra y una persona que sí concuerda entre lo que predica y lo que pone en práctica.
La activista paquistaní está haciendo su “Girl Power Trip”, que tiene como objetivo escuchar a niñas de distintos países, reunir sus historias y llevar sus mensajes directo a los líderes mundiales. Malala ha visitado Estados Unidos de América, Canadá, Irak, Nigeria y México.
"No esperes a tener 40 años para hacer algo por el mundo. Cualquier persona a cualquier edad puede cambiar una comunidad completa", fue el mensaje de Malala.
En una reunión privada posterior a su evento se mostró ecuánime, tranquila, sencilla. Sin ese rol protagónico que podría esperarse de personas que han alcanzado ese nivel de reconocimiento y fama internacional.
Detrás de cámaras no dio un mensaje adicional o entrevistas a los periodistas que pudieron convivir con ella por unos momentos. Fueron tres grupos que pudieron ver la sonrisa de Malala de cerca, poder tomarse una foto con ella o llevarse su firma en un libro.
"Quizás tengamos diferente color, cultura, religión, pero esa es la belleza, la diversidad es belleza, y como todos somos uno y esta diferencia hace nuestra vida más rica y hermosa, hay que tratar de respetarnos, sacar el odio de nosotros, tratar de entendernos entre nosotros"
«Malala»
"Soy muy sensible y ha sido un mensaje poderoso", nos comentó Eduardo, uno de los jóvenes asistentes. Algunas chicas incluso lograron entrar al auditorio y pasar los filtros de seguridad sin tener boletos. El riesgo que tomaron fue tan grande como su deseo de conocerla.
Nelson Mandela, Martin Luther King y otros grandes luchadores sociales han sido inspiración para Malala. Y hoy Malala ha sido la inspiración para muchos jóvenes y para los futuros activistas y soñadores que quieren ver un mundo mejor.