Porque las terapias de reconversión sexual violan los derechos humanos
El pasado 22 de julio, Mauricio Clark declaró en su Twitter que la homosexualidad ya era parte de su pasado, desatando así una ola de memes, trolls y respuestas que más allá de entretenernos, abrieron la conversación de un importante tema, el respeto a la libertad y la diversidad sexual.
Este tuit encendió las redes sociales, sobre todo, porque trastoca un discurso en el que supuestamente la homosexualidad es una enfermedad de la cual hay que curarse, pretexto con el cual varias organizaciones conservadoras y religiosas promueven falsas terapias de reconversión atentando contra los derechos de las personas.
Aunque posteriormente Mauricio Clark defendió su punto estableciendo que él nunca utilizó la palabra "curación", sino "sanación" (que se refiere a un término más espiritual), las críticas y comunicados de organizaciones civiles e instancias gubernamentales siguieron llegando.
LA REACCIÓN DE LA COMUNIDAD LGBTTTI
Respondiendo a este preocupante discurso, una asociación civil dedicada a proteger los derechos de las personas LGBTTTI llamada Yaaj México convocó a la comunidad a sumarse a la lucha utilizando el hashtag #NoEstoyEnfermx.
Desde noviembre del 2017, esta organización, en un esfuerzo colectivo con organizaciones como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), creó el Dossier de Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG). El objetivo es hacer visible el grave problema de derechos humanos que representan las terapias de conversión y la ausencia de facultades legales en México para prevenirlas.
La convocatoria reunió en pocas horas miles de interacciones de la comunidad:
Y ES QUE NO ES POCA COSA...
Algunas de las supuestas terapias son consideradas por la ONU como actos de tortura, después de que se verificara que en los establecimientos que las realizan no se entra ni sale voluntariamente y se utilizan herramientas como el aislamiento, electrochoques, medicación forzada, violación sexual correctiva y otras técnicas crueles que intentan "cambiar" la orientación sexual de una persona.
RESPUESTA GUBERNAMENTAL
Tras el escándalo, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) emitió un comunicado en contra de los esfuerzos por "corregir la orientación sexual" en el que califica a las terapias de reconversión como prácticas fraudulentas que atentan contra la dignidad y el desarrollo libre de la personalidad.
En el pronunciamiento que también firman otras 10 instituciones se alerta sobre el peligro que sufren especialmente las niñas, niños y adolescentes por estas prácticas.
"Las niñas, niños, adolescentes y personas jóvenes son las principales afectadas por este tipo de esfuerzos que constituyen tratos crueles, inhumanos y degradantes que, incluso, pueden resultar en tortura"
«Conapred»
Previamente, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) tomó una postura como resultado de la campaña del Frente Nacional por la Familia para impulsar las terapias de conversión en mayo del 2017, estableciendo que estas prácticas en México han estado funcionando al margen de la legalidad.
Después de citar varios casos de una investigación realizada en el 2015, el documento concluye condenando las “terapias” de conversión y calificándolas como violatorias de los derechos de la comunidad LGBTI.