Pese a que la pandemia de coronavirus parece muy lejana en este 2024, una nueva variante de COVID-19 se ha convertido en la principal causa de infecciones en Estados Unidos.
Nos referimos a la variante KP.2, mejor conocida como FLiRT, la cual ya representa más de una cuarta parte de los casos registrados en el país vecino. ¿Cuáles son sus síntomas y cómo afecta al organismo? Esto es lo que sabemos hasta el momento.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) informaron que, desde principios de este año, ya monitorean el comportamiento de las variantes KP.2 y KP.1.1 del SARS-CoV-2, también denominadas como variantes FLiRT, llamadas así debido a los nombres técnicos de sus mutaciones.
Según muestran los últimos datos, las variantes FLiRT ya son la cepa dominante en Estados Unidos y comprende casi el 28% de las pruebas que se han secuenciado.
Tanto KP.2 como el KP.1.1 son sublinajes del linaje JN.1 de la variante Ómicron, la cual predominó durante cerca de tres años. Debido a que las variantes FLiRT son relativamente nuevas, todavía no hay datos concluyentes para mostrar que las últimas vacunas brindarán una protección eficaz contra ellas.
¿Qué se sabe hasta ahora de las variantes FLiRT?
A finales de marzo de este año, los CDC reportaron que la variante KP.2 causaba alrededor del 4 por ciento de las infecciones en Estados Unidos, mientras que su cepa parental, JN.1, causaba más del 50 por ciento de las infecciones en ese momento. Sin embargo, el panorama cambió a principios de mayo, cuando la mutación KP.2 ya representaba alrededor del 25 por ciento de las infecciones, superando a JN.1 como variante dominante.
Si bien las autoridades de salud aclararon las FLiRT “no están causando un aumento en las infecciones por Covid-19 ni enfermedades más graves que otras variantes”, científicos de la Universidad Johns Hopkins anticiparon que estas variantes podrían provocar un aumento de casos este verano.
“Ciertamente es posible. Las variantes FLiRT ocuparían un lugar destacado en mi lista de virus que podrían causar otra ola de infecciones en los Estados Unidos”, afirmó Andy Pekosz, profesor de Microbiología e Inmunología Molecular, en un artículo de la ya mencionada universidad. Y agregó:
“Aunque estas oleadas son cada vez más pequeñas, siguen teniendo el mayor impacto en nuestras poblaciones susceptibles: los ancianos, las personas inmunocomprometidas y aquellas con otras afecciones médicas secundarias.”
¿Cuáles son los síntomas?
En cuanto a los síntomas, los científicos aseguran que no ven nada nuevo ni diferente con estas variantes. Además, destacaron que cada vez se ven enfermedades más leves, no tanto porque el virus se haya debilitado, sino porque la inmunidad es mucho más fuerte ahora.
“Después de años de vacunas e infecciones, la mayoría de la población está en mejores condiciones de combatir una infección sin tanta preocupación por una enfermedad grave.”, explicó Pekosz.
A su vez, el periodo de incubación sigue siendo el mismo: de cinco o más días antes de que se desarrollen los primeros síntomas, aunque también pueden aparecer antes.
El experto detalla que, en términos generales, los síntomas de las variantes de FLiRT son similares a los causados por JN.1, es decir: