Porque el gobierno de López Obrador remará a contracorriente en estos temas
El presidente Enrique Peña Nieto dejará Los Pinos este viernes, pero le "heredará" varios problemas y pendientes a su sucesor Andrés Manuel López Obrador.
El tema más importante es la seguridad, pues durante el segundo tercio de su gobierno la situación de violencia se agravó, al grado de que en 2017 se rompió el récord como el año más peligroso desde 1997, fecha en que se iniciaron los registros por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Pero lejos de ser este el único —y grave— problema, hay otras "herencias" que le dejará Peña Nieto a López Obrador. Aquí te las presentamos.
INSEGURIDAD
La violencia, que aumentó durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón, se vio reducida en los primeros años del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, en el caso de los homicidios dolosos, que es el delito de alto impacto con mayor resonancia, las cifras del priista fueron deteriorándose para la segunda mitad de su administración.
Esta es la tasa de homicidios dolosos en los años del gobierno peñista, donde se presentaron 20 casos por cada 100 mil habitantes en 2017.
Si hablamos de números absolutos, de enero a septiembre de 2018 se tiene el registro de 24 mil 769 casos de homicidio.
Estos números coinciden con la percepción de violencia e inseguridad que tienen los mexicanos en los últimos años del gobierno de Peña Nieto.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe) 2018, en la cual, a nivel nacional, el 64.5% de los mexicanos de 18 años y más considera que la inseguridad y la delincuencia es el problema más importante que los aqueja en su estado. Le sigue el aumento de precios (36.3%) y el desempleo (33.2%).
De hecho, la misma encuesta revela que 8 de cada 10 mexicanos se sienten inseguros o viven con miedo en su estado.
CORRUPCIÓN
Otro de los problemas más graves que resonaron en el gobierno de Enrique Peña Nieto fue el tema de la corrupción.
Recordemos que en 2014 se desató un escándalo por la llamada “casa blanca”, una propiedad de su esposa, Angélica Rivera, que causó polémica por el presunto conflicto de interés con un contratista del gobierno.
La sensación generalizada de que el gobierno de Peña Nieto fue corrupto se ve reflejada en los índices de percepción elaborados por organismos internacionales.
Por ejemplo, el Índice de Percepción de Corrupción 2017 de Transparencia Internacional muestra que México está en el lugar 135 de 180 países analizados, y que se desplomó 12 posiciones con respecto a la medición del año previo.
Algo que empeoró la percepción de corrupción es que hubo varias acusaciones de enriquecimiento ilícito que han tenido los exgobernadores en los últimos años como Javier Duarte, Roberto Borge o el prófugo César Duarte.
Pero otros exgobernadores también han sido investigados. Por poner nombres están Roberto Sandoval, Guillermo Padrés, Rodrigo Medina, Eugenio Hernández, Tomás Yarrington y hasta Humberto Moreira. Casi todos son del PRI, partido que respaldó a Enrique Peña Nieto, y todos ellos están aún sin sentencia. La única excepción es el exgobernador priista de Quintana Roo, Mario Villanueva, quien sí fue sentenciado.
Ahora, el mayor reto para México durante el próximo sexenio de Andrés Manuel López Obrador es combatir la corrupción y castigar a los "peces gordos" y empresas sin importar su peso, de acuerdo con Transparencia Internacional.
En un diagnóstico presentado por esta organización, se detalla que el principal reto para la nueva administración de López Obrador es que la Fiscalía General que está por nacer tenga la independencia necesaria para investigar a funcionarios o empresas sin menoscabo de su nacionalidad o nivel de influencia política.
ECONOMÍA Y POBREZA
Los bolsillos de los mexicanos han resentido el gobierno del presidente Peña Nieto, lo cual también es un reto mayúsculo para el gobierno de López Obrador.
Si bien, en términos de crecimiento del PIB, el país se mantuvo estable durante el sexenio del priista con un promedio de crecimiento de 2.4%, de acuerdo con el Inegi, estos datos no fueron suficientes para que los ingresos de los mexicanos subieran, por lo que prácticamente cuatro de cada 10 mexicanos no tienen los ingresos suficientes para adquirir una canasta básica.
De acuerdo con el Coneval, en el segundo trimestre de 2018, un 38.5% de la población económicamente activa tuvo ingresos menores al costo de la canasta alimentaria, según los datos del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza presentado por ese instituto. El costo de la canasta alimentaria es de 1,513 pesos mensuales, pero en el ámbito rural es de 1,072 pesos.
Pero la desigualdad también es un grave problema.
El 43.6% de los mexicanos vive en la pobreza, según datos de la más reciente medición (2016) de Coneval. Es decir, se trata de 53.4 millones que viven en condición de pobreza, y de esta cifra 9.3 millones están en situación de pobreza extrema.
Mientras tanto, la fortuna de los 10 mexicanos más ricos en 2017 equivale al total de ingresos de casi 60 millones de personas, de acuerdo con el informe La ineficacia de la desigualdad, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
DEUDA EXTERNA
El gobierno del priista Enrique Peña Nieto deja obligaciones financieras por 10 billones 158 mil 817 pesos, hasta el tercer trimestre de 2018, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda.
Esto equivale al 43% del Producto Interno Bruto del país.
Este es el porcentaje de deuda más alto al menos desde el sexenio de Vicente Fox.