A 72 horas de su llegada a México, Emilio Lozoya Austin podría enfrentar tres escenarios. Ser consignado y seguir procesos por Odebrecht y Agronitrogenados, lo que no ocasionaría cárcel, pues los delitos no ameritan prisión preventiva oficiosa; el segundo que pida juicio abreviado con pena baja y prisión, y el tercero ser un testigo colaborador de la Fiscalía General de la República (FGR), a cambio de que la dependencia federal se desista de la acción penal.
En este último caso se cancelarían las órdenes de aprehensión en su contra, el exdirector de Pemex no pisaría la cárcel, pero tendría que ser vigilado por la FGR por tiempo indefinido.
Actualmente Lozoya continúa internado en un hospital del sur de la Ciudad de México.
La FGR señaló que se cumplimentaron las dos órdenes de aprehensión en su contra por los casos Odebrecht y Agronitrogenados.
Se sabe que Lozoya Austin está en el hospital Ángeles del Pedregal, versión que no ha sido desmentida por las autoridades.
Lozoya fue extraditado el pasado jueves de España. Se tenía previsto que, una vez en México, fuera ingresado al Reclusorio Norte.
No obstante, el plan dio un giro de 180 grados, ya que, tras una valoración médica, se le detectó anemia desarrollada y problemas en el esófago, por lo que el médico que lo valoró propuso su internamiento.