Este lunes llegaron noticias alentadoras en la lucha contra el COVID-19. Pfizer informó que la vacuna que realiza en conjunto con BioNTech previno más del 90 por ciento de las infecciones en un estudio realizado a decenas de miles de voluntarios.
Esto se convierte en el avance científico más alentador hasta ahora en la batalla contra el SARS-CoV-2, coronavirus que provoca la enfermedad COVID-19.
Los resultados son prometedores, tanto así que hasta los mercados accionarios se 'llenaron de júbilo' y subieron a un punto récord.
En medio de todo este entusiasmo, ¿México puede emocionarse? La noticia tiene impacto para diversos países, y entre estos está el nuestro.
Desde el pasado 13 de octubre, el Gobierno de México, por medio del canciller Marcelo Ebrard, anunció diversos acuerdos con farmacéuticas para la adquisición de vacunas contra la nueva cepa de coronavirus.
Uno de ellos fue con AstraZeneca (que hace la vacuna que se envasará en México), otro con CanSino y uno más con Pfizer.
Se negoció un pacto con Pfizer por el cual el país recibirá entre 15.5 millones y hasta 34.4 millones de inyecciones contra el COVID-19.
De acuerdo con lo que indicó Ebrard, la distribución de la vacuna de Pfizer se organizaría entre diciembre de este año y diciembre de 2021.
Esta vacuna, al igual que todas las demás que van en etapas avanzadas, todavía necesitan aprobaciones, primero, del ente regulador de Estados Unidos y luego, en el caso de México, de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).