Luego de 13 meses y edio de largas y profundas negociaciones, el 30 de noviembre de 2018, los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; Estados Unidos, Donald Trump, y Canadá, Justin Trudeau, firmaron el Tratado comercial conocido como T-MEC.
La rúbrica de Peña Nieto se impregnó en el documento a una horas de dejar la Presidencia de México. A casi 6 años de vigencia, este tratado comercial se mantiene vivo y aplicable, aunque no ha estado exento de polémicas y señalamientos entre los socios comerciales.
Pero... a todo esto, ¿qué es el T-MEC? En Nación321 te contamos.
El surgimiento de este tratado se derivó de una renegociación del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor en 1994.
Sin embargo, con el ánimo de renovar esta asociación comercial, durante el sexenio de Peña Nieto se procedió a renegociar los términos de este acuerdo.
¿Qué se logró tras las charlas entre los 3 países? De acuerdo con el Gobierno de México, el T-MEC se firmó con la intención de "mantener la integración de las industrias de América del Norte que se han beneficiado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)".
Con lo anterior, explica, se pretende impulsar "la competitividad de la región como potencia exportadora de productos de gran calidad, y como destino óptimo para desarrollar la inversión extranjera directa".
En sus 34 Capítulos, el T-MEC incluye nuevas disciplinas, que se adaptan a las necesidades modernas de los agentes económicos que participan en los intercambios comerciales y de inversión en la región.
¿Qué de nuevo tiene el T-MEC respecto del TLCAN? Se incluyeron nuevos Capítulos de Comercio Digital, Energía, Medio Ambiente, Laboral, PyMEs, Competitividad, Buenas Prácticas Regulatorias, Anticorrupción, Política Macroeconómica y Anexos al Capítulo de Obstáculos Técnicos al Comercio, que buscan facilitar el comercio de determinados sectores.
El nuevo acuerdo profundiza los compromisos de las partes para, por ejemplo, proteger los derechos de propiedad industrial o las inversiones, fomentar que se aumente el contenido regional en las exportaciones de la región, especialmente las del sector automotriz, así como flexibilizar el cumplimiento de las condiciones para conferir origen a productos de determinados sectores (como el químico o textil).
Pero no es todo, pues el acuerdo, también aumenta los compromisos de colaboración entre los tres países, para fomentar el desarrollo de la región, sin comprometer el cuidado al medio ambiente, mientras fomenta la protección de los derechos laborales de sus trabajadores.
Hay una parte importante de este acuerdo que, tras la firma de los presidentes, debió ser aprobado por el Senado de cada país, y es que algunas de las modificaciones del acuerdo incluyen una cláusula de revisión, para que, en seis años a partir de su entrada en vigor, es decir, el 1 de enero del 2025, las partes puedan identificar si el acuerdo vigente continúa siendo eficiente para regular los flujos de comercio e inversión en América del Norte, y si es así, si su vigencia deberá extenderse por un periodo de tiempo adicional.
Fuente: Gobierno de México.