SAN SALVADOR.— La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, visitó el domingo una cárcel de máxima seguridad de El Salvador, en la que están confinados miles de pandilleros, y se reunirá con funcionarios judiciales y de seguridad con el fin de conocer las estrategias del presidente Nayib Bukele para disminuir los índices de violencia.
“Como fruto de la reunión bilateral entre el presidente Nayib Bukele y el presidente Javier Milei, le damos la bienvenida a la ministra Patricia Bullrich, al país más seguro de América Latina”, informó en la red social X el ministro de seguridad salvadoreño, Gustavo Villatoro.
“Iniciamos nuestro recorrido visitando el CECOT, la cárcel de máxima seguridad más grande de América y seguimos”, agregó Villatoro, refiriéndose al Centro de Confinamiento del Terrorismo, y acompañó la información con fotografías de Bullrich recorriendo el penal.
El CECOT, diseñado para albergar a unos 40 mil pandilleros, es una verdadera fortaleza a 72 kilómetros de la capital. Cuenta con un muro de concreto de más de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros de extensión protegido por alambradas electrificadas.
“Nuestros presidentes, juntos para combatir a las mafias y llevar la paz a nuestros países. Juntos contra los criminales que asesinan masivamente y se creían dueños de nuestros países y sociedades”, publicó la ministra argentina en respuesta al mensaje de Villatoro.
Bullrich desea asimilar las estrategias implementadas por Bukele, con las cuales se logró disminuir los índices de violencia, según un comunicado del ministerio de Seguridad de Argentina.
“Con foco en la seguridad pública, principalmente en la ciudad de Rosario (Santa fe), la ministra está interesada en toda la estructura que permitió bajar drásticamente el delito en El Salvador que hasta hace no mucho tiempo fue un país dominado por la violencia de las maras”, agrega el comunicado.
Bullrich también se reunió con el director de la Academia Nacional de Seguridad Pública, César Flores Murillo, y tiene previsto entrevistarse con Bukele.
Al ratificar el plan de replicar el modelo de Bukele, Bullrich señaló que El Salvador pasó de ser un país tomado por la violencia, el narcotráfico y las pandillas —que asesinaron a 150 mil salvadoreños— a “uno de los países más seguros del mundo, donde las familias recuperaron su vida y viven en paz", y agregó: "Este es el camino. Duros contra los criminales. Libertad para los argentinos de bien”.
En 2015, El Salvador era considerado uno de los países más violentos del mundo con 6 mil 656 homicidios anuales, una tasa de 106 muertes violentas por cada 100 mil habitantes.
El país concluyó el 2023 con 214 asesinatos, entre ellos 38 presuntos pandilleros muertos en supuestos enfrentamientos con policías o militares. En lo que va del año la policía ha registrado 64 homicidios, los cuales incluyen la muerte de cuatro presuntos delincuentes también en supuestos choques con la policía y la fuerza armada.
Bukele prometió erigir el enorme recinto carcelario —exclusivo para pandilleros— pocos días después de que el Congreso decretara por primera vez un régimen de excepción en marzo de 2022, que se ha prorrogado cada mes por más de dos años para perseguir a estos grupos criminales.
Desde entonces quedaron suspendidos derechos fundamentales como el de asociación, el de tener acceso a un abogado cuando se es detenido, e incluso el de conocer los cargos que motivaron la detención.
La megacárcel ha recibido críticas de la oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, de la organización Human Rights Watch y de varias organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos.