En su primer discurso oficial ante el Congreso de Estados Unidos, el presidente Joe Biden señaló que su país se convertirá en el "arsenal global" de vacunas contra COVID-19 para el mundo.
Además, presentó su plan de 1.8 billones de dólares con la finalidad de apoyar la educación y el desarrollo de la población estadounidense.
“Estados Unidos se convertirá en un arsenal de vacunas para otros países. Pero todos los estadounidenses accederán antes de que se compartan las vacunas”, recalcó.
Estados Unidos ya mandó a México 2.7 millones de dosis de la vacuna contra COVID-19 de AstraZeneca, las cuales aún no han sido aprobadas en ese país.
Asimismo, se comprometió a ayudar a la India, país que actualmente es el epicentro de la pandemia en el mundo.
En tanto, Biden insistió en la reforma para “legalizar” a millones de dreamers y migrantes indocumentados que viven en la Unión Americana.
De igual manera se lanzó con todo contra China, nación a la que acusó de tratar de ser la nueva potencia hegemónica mundial.
"Debemos ser más competitivos contra China. Necesitamos ganar el Siglo XXI", aseveró ante legisladores en el capitolio en Washington D.C.
El demócrata recalcó que el gigante asiático es un país autócrata que desprecia la democracia. Que se contrapone, además, con los países más libres, como Estados Unidos.
Subrayó que el presidente chino, Xi Jinping, “es mortalmente serio” respecto a que China se convierta en la potencia más influyente del mundo.
"Seremos firmes contra las autocracias, que son nuestros adversarios”, sentenció.
Por lo tanto, el mandatario afirmó que la política de su Gobierno será “compra americano”, además de que se invertirá en educación y en la generación de energías limpias en su país.
Insistió, a su vez, en que habrá mayores impuestos para los ricos con el objetivo de apoyar su paquete de apoyo para las familias norteamericanas.
"El resto del mundo no nos está esperando”, arguyó Biden, declarando que sus propuestas son un imperativo para competir globalmente.