El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, señaló que su gobierno está “decepcionado” por el decreto publicado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre el maíz modificado genéticamente.
El decreto reduciría la prohibición planeada eliminando una fecha límite para detener las importaciones de maíz transgénico para la alimentación del ganado, según un comunicado emitido este martes. AMLO sigue presionando para prohibir el maíz transgénico para consumo humano.
Los esfuerzos del gobierno mexicano para bloquear las importaciones de maíz transgénico estadounidense se han convertido en uno de los mayores problemas comerciales entre México y su vecino del norte. México es el segundo mercado de exportación más grande de EE. UU. y el tema ha movilizado a la administración del presidente Joe Biden, así como a representantes electos en estados clave productores de maíz, incluidos los senadores de Iowa Chuck Grassley y Joni Ernst.
Los funcionarios de la administración de Biden y los productores de maíz de EE. UU. han afirmado que las restricciones sobre el maíz modificado genéticamente no están respaldadas por evidencia científica y violarían el acuerdo comercial USMCA.
Vilsack dijo en su declaración que la administración está “revisando cuidadosamente los detalles del nuevo decreto” y tiene la intención de “garantizar que nuestro compromiso basado en la ciencia y las reglas se mantenga firme”.
La Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz, un grupo comercial estadounidense, criticó el nuevo decreto. La administración de Biden “ha sido más que paciente con México” y tolerar las restricciones a la importación de maíz estadounidense “hace del T-MEC una letra muerta”, dijo el presidente de la NCGA, Tom Haag, en un comunicado.
México eliminaría una fecha límite para prohibir el maíz transgénico para animales y productos manufacturados, dijo la Secretaría de Economía en un comunicado el lunes. En cambio, la eliminación dependerá del suministro y del establecimiento de grupos de trabajo con empresas nacionales y extranjeras para una transición ordenada.
Pero México seguirá prohibiendo la importación de maíz transgénico para harina y tortillas, así como el glifosato, un pesticida de uso común.
El cambio brinda cierto alivio a los agricultores estadounidenses, dado que la mayoría de las exportaciones de maíz a México son de la variedad amarilla que se utiliza principalmente como alimento para el ganado. El maíz blanco, usado para tortillas y otros platillos, es una porción menor de las exportaciones estadounidenses a México.
La NCGA ha presionado por un panel de arbitraje bajo el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá para resolver la disputa, diciendo que los planes de México violan el acuerdo. El mes pasado, el grupo señaló que no había espacio para el compromiso y dijo que una prohibición “daría un golpe a los agricultores estadounidenses y exacerbaría la actual inseguridad alimentaria en México”.