Porque es el favorito para ganar las siguientes elecciones presidenciales
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó la noche de este sábado a la ciudad de Curitiba, donde ya se encuentra bajo custodia de la policía, para cumplir una condena de más de 12 años y un mes de prisión por actos de corrupción.
Lula abandonó este sábado una sede del sindicato metalúrgico, ubicada en Sao Paulo, donde se había refugiado, rodeado de varios guardaespaldas que empujaron a los seguidores que trataban de evitar que saliera.
A su salida, Lula ingresó a un vehículo de la policía que fue seguido por un convoy de autos. El exmandatario fue trasladado a una delegación policial en Sao Paulo. De ahí, el expresidente brasileó fue trasladado a la ciudad de Curitiba, en el estado vecino.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva había asegurado el sábado ante miles de seguidores que se entregaría a la policía, pero insistió en su inocencia y en que la condena por corrupción era un medio empleado por sus enemigos para impedir que se presente -y posiblemente gane- las elecciones en octubre.
El juez federal Sergio Moro había dado como plazo a Lula hasta el viernes por la tarde para que se presentara ante la policía en Curitiba, a unos 417 kilómetros (260 millas) al suroeste de Sao Bernardo do Campo.
Lejos de ello, el dirigente se encerró con sus partidarios en el mismo sindicato metalúrgico que fue la cuna espiritual de su ascenso al poder en uno de los países con mayor desigualdad del mundo.
Lula asistió por la mañana a una misa en memoria de su difunta esposa en la sede del sindicato metalúrgico en Sao Bernardo do Campo, un suburbio de Sao Paulo.
La orden de detención de Lula fue emitida el jueves, horas después que el Supremo Tribunal Federal denegara por votación de 6-5 una solicitud de Lula de no ir a la cárcel mientras apela una sentencia que, según él, es sólo una maniobra para impedir que su nombre aparezca en las boletas de las elecciones de octubre.