El Ministerio de Defensa de Rusia declaró que dos aviones bombarderos estratégicos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, conocidos como B-1B, fueron interceptados sobre el Mar Báltico.
El Ministerio ruso afirmó que los aviones se acercaron a la frontera rusa, por lo que el Gobierno de Valdimir Putin envió un avión Su-27 para impedir que violaran el espacio aéreo del país.
"Tras retirar los aviones militares extranjeros de la frontera estatal de la Federación Rusa, el caza ruso regresó al aeródromo de origen", declaró el Centro de Gestión de la Defensa Nacional del Ministerio.
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