Greta Thunberg fue detenida, junto a otros activistas, este martes por la policía alemana mientras participaba en una de las protestas contra la demolición de la aldea carbonífera de la localidad de Lützerath.
Un video compartido en redes sociales muestra el momento en que un grupo de policías cargan a la joven para desalojarla del terreno. Sin resistirse a la detención, Thunberg sonríe mientras es escoltada hasta un camión de pasajeros.
La activista sueca se unió a la protesta en la mina de carbón a cielo abierto de Garzweiler 2, el pasado viernes.
El 15 de enero, la policía informó que había terminado con operación de desalojo de la localidad de Lützerath para incrementar la explotación de la mina, tras la fuerte resistencia por parte de activistas medioambientales.
Después de que el viernes de la semana pasada todos los edificios quedaran vacíos, la policía desocupó desde el comienzo del operativo de desalojo el miércoles pasado 35 estructuras en árboles, así como treinta construcciones de madera levantadas por los activistas.
En total, casi 300 activistas fueron evacuados de Lützerath durante el operativo, en el marco del cual se registraron cuatro actos de resistencia al desalojo.
El sábado, una amplia alianza de organizaciones que se oponen a la extracción de lignito y a la demolición de Lützerath celebraron una marcha en la que participó también la activista sueca.
Al margen de la marcha pacífica, manifestantes trataron de burlar las barreras policiales para acceder al pueblo acordonado y al borde de la mina a cielo abierto, por lo que la policía hizo uso de cañones de agua, gas pimienta y porras y llevó a cabo doce detenciones.
Müller defendió la actuación de las fuerzas de seguridad y argumentó que si ayer hubo manifestantes que burlaron las barreras policiales y a pesar de repetidos llamamientos no se abstuvieron de poner en aprietos a los agentes, “entonces no tiene nada que ver con una protesta pacífica, sino con buscar de manera consciente y deliberada la confrontación con la policía”.
Según el comunicado, desde el comienzo del operativo, más de setenta policías resultaron heridos y nueve activistas fueron trasladados al hospital, aunque no hay que lamentar lesiones de gravedad.
Una treintena de vehículos policiales resultaron dañados y además se pincharon 32 neumáticos de coches de las fuerzas de seguridad. Desde el inicio del desalojo se han abierto 154 investigaciones penales.