La popularidad de presidentes, jefes de Estado y líderes políticos se ha documentado extensivamente a través de las encuestas, pero las razones del apoyo popular que reciben suelen ser más un aspecto de interpretación que de medición en sí misma. En la encuesta que publicó ayer El Financiero sobre la aprobación al presidente López Obrador se incluyó una pregunta que apunta en ese sentido: ¿cuál es la razón por la que usted aprueba (o desaprueba) el trabajo que está haciendo el presidente López Obrador?
La pregunta no fue abierta, sino que presentó a las personas entrevistadas cuatro opciones a considerar y que eligieran la que mejor reflejara su opinión. Entre las razones de por qué aprueban al Presidente estaban: 1) AMLO como persona, genera confianza, le importa la gente; 2) por sus propuestas y obras como la reforma eléctrica, el Tren Maya y la política de austeridad; 3) por sus ideas o ideología, como primero los pobres o estar en contra de los conservadores, y 4) por los apoyos y programas sociales, el dinero que recibe la gente.
Los porcentajes de respuesta obtenidos en la encuesta fueron que el 21 por ciento lo aprueba por lo que inspira su persona, 14 por ciento por sus propuestas, 17 por ciento por sus ideas y 44 por ciento por sus apoyos y programas sociales. Todas captan un buen nivel de respuesta, pero es claro que predomina, sin ser mayoritaria, la razón vinculada con los programas sociales.
Esto hace mucho sentido considerando que, fuera del partidismo, con los simpatizantes de Morena aprobando al Presidente en más de 90 por ciento, uno de los porcentajes de aprobación más altos se registra entre quienes reciben directamente algún tipo de apoyo o beneficio de programas sociales, con 77 por ciento.
Según la encuesta, el 10 por ciento de entrevistados recibe apoyos directamente, el 34 por ciento dijo que algún familiar cercano es quien recibe los apoyos y otro 9 por ciento dijo que ambos reciben apoyos, tanto la persona entrevistada como algún familiar. Esto suma un 53 por ciento de entrevistados que reporta algún tipo de apoyo social. El 45 por ciento dijo no recibir apoyos.
Según la encuesta, el perfil de quienes reciben los apoyos sociales revela que es más común entre mujeres que entre hombres, entre mayores de 50 años, entre personas con niveles de escolaridad básica, entre clases populares y, más notablemente, aunque no de manera exclusiva, en la región sur del país. Los apoyos sociales están dirigidos a esos segmentos, a decir de los resultados de la encuesta.
La asociación entre beneficios de programas sociales y popularidad presidencial no es nueva: las encuestas la han documentado por lo menos desde el gobierno de Carlos Salinas y el impacto del Programa Nacional de Solidaridad, Pronasol y programas posteriores similares.
Entre las razones de la desaprobación se intentó seguir la misma estructura: lo personal, las propuestas, las ideas y los apoyos o, más específicamente, el uso de los recursos públicos, incluidos los recursos en megaobras. La respuesta más nutrida fue un 41 por ciento que señala un derroche de recursos en obras y programas. El 26 por ciento dijo desaprobar por las propuestas, el 21 por ciento por las ideas y el 9 por ciento por AMLO como persona.
Las opciones de respuesta a estas preguntas del porqué se aprueba o desaprueba al Presidente son una construcción conceptual, no exhaustiva pero sí muy indicativa de que al Presidente se le apoya principalmente porque otorga apoyos sociales, y se le rechaza sobre todo por la percepción de derroche en megaobras y apoyos.
Si bien pueden irse explorando otras posibles razones de apoyo y rechazo a López Obrador, este retrato de la opinión pública nos ilustra qué hay detrás de los índices de popularidad presidencial hoy en día. No sabemos si esos parámetros de evaluación han cambiado en el tiempo, ya que la pregunta se acaba de incorporar. Sin embargo, la idea común en las interpretaciones de la popularidad de AMLO de que el factor personal pesa, la encuesta no lo sustenta, por lo menos no como razón principal al día de hoy. Quizá pesará más en su primer año, pero es una especulación, ya que no teníamos esta medida.
A reserva de que sigamos explorando, lo que sí queda claro con estos números son dos cosas: 1) la gente aprueba o desaprueba la labor presidencial por diversas razones, y 2) hoy en día la popularidad del Presidente la sostiene, sobre todo, la política social.