Gertz Manero debe sentirse blindado por el Presidente para indagar lo que Scherer dice que es una investigación por fuera de la ley, tras el aval que ha tenido de López Obrador cuando sale en su defensa y deposita toda su confianza en él, cuando ha sido criticado por expertos y medios. El Presidente probablemente no alcanza a ver la magnitud de haberle permitido abusar de su poder. Sin embargo, una investigación como la que está haciendo Gertz Manero contra Scherer se va a topar inexorablemente con el Presidente.
Los lazos del Presidente con su exconsejero jurídico, a quien llama “hermano”, se han cruzado a lo largo del tiempo. Scherer diseñó la asociación civil Honestidad Valiente en 2006, por medio de la cual se recaudaron de manera irregular y opaca millones de pesos, y de donde salieron recursos para mantener al Presidente y su familia. En 2011, cuando inicia la investigación de Gertz Manero, se dieron las denuncias de irregularidades en el manejo de los dineros de la asociación. Durante ese tiempo, Scherer fue clave en identificar y acercar a López Obrador a empresarios para que financiaran su campaña presidencial en 2012, a escondidas –como lo hicieron también otros candidatos– del Instituto Nacional Electoral. En la última década, asimismo, los hijos de Scherer y de López Obrador formaron empresas para hacer negocios, varios de los cuales se mantienen activos.
Gertz Manero no sólo está investigando a Scherer. También está indagando en esta primera fase las finanzas y evolución patrimonial de su hijo, un sobrino y sus socios. Los nombres de los hijos mayores del Presidente van a brincar en las averiguaciones, porque el fiscal no se va a detener. No es una conjetura. Es un hecho. Incluso, previamente a estallar el escándalo por la denuncia de Scherer, abrió una investigación en contra de Andrés Manuel López Beltrán, el hijo del Presidente más involucrado en temas políticos, y del propio secretario de Gobernación, Adán Augusto López. La vocería del Presidente desmintió la semana pasada la existencia de la investigación contra el secretario de Gobernación, publicada por el columnista Roberto Rock en El Universal, pero es cierto. La fuente de ello es el propio López, quien lo ha estado confiando a diferentes personas.
Si el fiscal puede abrir una investigación contra el hijo del Presidente y el secretario de Gobernación, es porque se siente con el poder para hacerlo, más allá de lo que piense el Presidente, a quien tiene, de alguna manera, de rehén. ¿Podría López Obrador pedirle que suspenda la investigación contra su hijo y el secretario? Sí, pero no es seguro que le haga caso el fiscal. Gertz Manero no protegió a Scherer en las pesquisas contra los despachos de abogados, como se lo pidió, y escaló la guerra contra él.
Cuando la prensa criticaba al fiscal, el Presidente se lavaba las manos y decía que era un tema de los tribunales. Afirmaba que Gertz Manero era honesto y contaba con su confianza. Como beneficiaba su narrativa política, le dio una carta de impunidad. Con ese respaldo, Gertz Manero sometió a la mayoría de la Suprema Corte y aplastó a los senadores que lo llamaron a cuentas. Ahora el fiscal va sobre el Ejecutivo y la familia presidencial, pero si profundiza la pesquisa contra Scherer, quizás termine sobre el propio López Obrador.