Las elecciones en Estados Unidos serán exactamente en 12 días.
No está claro quién va a ganar. Pero, aun considerando lo cerrado de la competencia, hay indicios de que, en los últimos días, la candidatura de Donald Trump ha adquirido más fuerza.
Permítame mostrar algunos datos relevantes.
The Economist, quizás el semanario más influyente en el mundo económico a escala global, tiene un modelo predictivo.
Hasta el pasado 19 de octubre, este modelo señalaba una ligera ventaja para Kamala Harris. Pero, desde entonces, Donald Trump le ha dado la vuelta.
Con la información más reciente, Trump ganaría 273 votos en el Colegio Electoral frente a 265 de Kamala Harris.
La diferencia es mínima, pero suficiente para rebasar los 270 votos electorales que se requieren para ganar.
El resultado deriva de avances de Trump en estados que son críticos para la candidata demócrata: Pennsylvania y Wisconsin.
Como usted sabe, en el sistema electoral norteamericano, no es determinante el voto popular. Pero incluso, considerando la intención de voto que arrojan las encuestas a nivel nacional, las más recientes marcan una ventaja para Trump.
The Wall Street Journal terminó su levantamiento el pasado 22 de octubre y reportó una ventaja de 3 puntos para Trump.
Forbes/HarrisX terminaron el 21 de octubre y reportaron a Trump adelante por 2 puntos.
CNBC la concluyó el 19 de octubre y también dio adelante a Trump por 2 puntos.
La ventaja es cerrada, pero es manifiesto que el candidato republicano va para arriba.
En estos pocos días que restan para la elección, Harris tendrá que hacer algo para cambiar las tendencias si quiere llegar con posibilidades de ganar el martes 5 de noviembre.
El otro indicador que hay que observar son las apuestas.
El sitio RealClearPolitics presenta los resultados de 8 casas de apuesta.
Entre la mitad de septiembre y el 6 de octubre, hubo una ventaja favorable para la vicepresidenta Harris.
Pero, desde entonces, se revirtieron los momios y ahora Trump lleva una ventaja promedio de 20 puntos, es decir, 60 por ciento apuestan por él y 40 por ciento por Harris.
Obviamente lo que arrojan las apuestas son percepciones de las personas que juegan. No hay nada científico en ellas. Sin embargo, la voletereta observada se suma a otros indicios como los que señalamos anteriormente.
Subrayo que de estos datos no debe concluirse que Trump vaya a ganar. La elección sigue cerrada y cualquier cosa puede ocurrir, pero las tendencias más recientes son a su favor.
El discurso oficial que señala que México trabajará con cualquiera que gane la elección es simplemente corrección política.
La realidad es que a nuestro país se le complicaría mucho más el entorno económico y político en el caso de un triunfo de Trump.
También es frecuente escuchar que las amenazas del candidato republicano son mera retórica electoral para obtener un mayor respaldo.
La experiencia de su mandato anterior muestra que es capaz de cumplir lo que ofrece.
Su triunfo sería terrible para el futuro de la democracia en Estados Unidos, para la estabilidad global y para México.
Hay que recordar que tras el triunfo de Trump en las elecciones del 2016, el tipo de cambio del peso frente al dólar pasó de alrededor de 18.60 a 20.90 y llegó casi a 22 pesos tras su toma de posesión en enero de 2017, aunque regresó a cerca de 18 pesos a la mitad de 2017 tras comenzar la negociación de lo que luego fue el TMEC.
Sin embargo, la depreciación asociada a su triunfo fue del orden de 18 por ciento en tres meses.
Nadie asegura que eso pudiera ocurrir de nuevo, pero ese movimiento refleja el riesgo que existe. Hoy, un incremento de esa magnitud colocaría la moneda norteamericana en 23.65 pesos.
El problema principal, sin embargo, no sería la devaluación sino la capacidad de Trump para trastornar un modelo económico que ha probado en Norteamérica ser muy exitoso y que ha dinamizado muy diversas regiones del país.
Los electores norteamericanos tienen la palabra. Nosotros no podemos hacer prácticamente nada desde aquí, pero es importante ser conscientes del riesgo que ese resultado puede traer para México.