¿A quién o quiénes beneficia el método definido por el bloque opositor para elegir a su candidato o candidata presidencial?
Aunque será hasta el día de hoy que se hagan oficiales las fórmulas y todavía podría haber ajustes, ya se revelaron los ingredientes fundamentales del proceso.
1-Como aquí se lo conté, será un proceso organizado por grupos ciudadanos para encontrar al “Responsable del Frente Amplio Opositor”. Será el equivalente del “Coordinador”, que van a elegir en Morena, aunque en ambos casos se sabe perfectamente que se trata del candidato o candidata a la Presidencia.
2-Se establecerá una aduana basada en la reunión de firmas para depurar la muy extensa lista de aspirantes. El número de firmas de respaldo no será el millón que originalmente había planteado Marko Cortés, dirigente del PAN, pero sí un número suficientemente amplio para que pueda conseguirlo solo quien tenga cierta estructura. Se habla de 150 mil.
3-Las firmas de personas identificadas con su credencial de elector y con datos verificados no servirán solo para filtrar a los aspirantes, sino que constituirán la base de un padrón de votantes. Se ha generado el incentivo de obtener muchas firmas porque en la elección final, el padrón estará formado por las personas que dieron respaldo a alguno de los aspirantes, por lo que aquellos que tengan más capacidad de obtener respaldos firmados tendrán una mayor posibilidad de contar con un padrón que los favorezca. El levantamiento de las firmas podrá hacerse a lo largo de un mes.
4-Al no haber un límite para el número de aspirantes que puedan inscribirse, se usarían encuestas para definir a un grupo pequeño de aspirantes que participaría en una elección primaria. También aquí se habla de tres personas. Antes de llegar a ella, a diferencia del caso de Morena, podrá haber foros en los que participen los aspirantes y contrasten sus propuestas.
5-La elección primaria se realizará con mesas de votación en los 300 distritos electorales del país y será presencial. El votante deberá apersonarse con su credencial de elector en la mesa que le corresponda, de acuerdo con su sección electoral. Solo podrán votar quienes estén incluidos en el padrón. Eventualmente también habrá una encuesta que incluya a los finalistas exclusivamente.
6-Será el Comité Ciudadano que organiza la elección, quien dé el resultado, tentativamente el próximo septiembre.
El esquema previsto intenta evitar dos cosas. La primera es que, candidatos sin respaldo de maquinarias partidistas o ciudadanas puedan estar en las fases decisivas de la contienda presidencial.
Solo llegarán a la definición los que tengan respaldos reales.
Lo segundo es que se limita el margen de decisión de las dirigencias de los partidos.
Imaginen por un momento que PAN y PRI (el PRD va a tener una participación más bien testimonial, pero importante en el proceso) ponen a sus candidatos, pero surge entre los ciudadanos alguien con arrastre, entonces la definición va a ocurrir en la elección primaria.
En el caso de la dirigencia del PAN, es claro que hay una clara preferencia por la candidatura de Santiago Creel. Veremos si logra sortear exitosamente todas las etapas y llega a la final.
En el caso del PRI, destacan quizás dos personajes en la recta final, Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid, que podrían tener más respaldo de la maquinaria partidista.
Será relevante cuál sea su desempeño en la fase final.
Y ahora, en el caso de las organizaciones ciudadanas, ya está claro que la candidatura que van a apoyar de manera casi unánime es la de Xóchitl Gálvez.
Ella, oficialmente, aún deshoja la margarita, pero todo indica que va a aceptar contender.
Creo que al final de cuentas, el procedimiento establecido por las organizaciones ciudadanas va a crear una contienda en la que van a estar tres personajes: Xóchitl, Creel y quizás Enrique de la Madrid o Beatriz Paredes.
Algunas veían a Gálvez como una potencial ganadora en la contienda por la capital del país, probablemente contendiendo con Ricardo Monreal. Pero, ante la falta de figuras en la elección presidencial, se ha convertido ya en la carta ciudadana para la candidatura presidencial.