La llamada #LeyDeCuates es una iniciativa presentada por senadores del PRI, PAN, PRD y PVEM que pretende alterar la forma en que se realizaron los nombramientos en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
El jueves 20 de octubre concluyó el proceso para realizar una renovación total de la Sala Superior, es decir, se nombraron a siete magistrados electorales. Siguiendo lo establecido en la reforma electoral de 2007-2008, la renovación fue escalonada:
La lógica del escalonamiento es que –por esta única ocasión– se hagan nombramientos diferenciados (3, 6 y 9 años), para así lograr una renovación progresiva en los siguientes periodos: 2019, 2022, 2025 y así sucesivamente.
Es importante señalar que la integración de la Sala Superior ha tenido históricamente un rezago en materia de género. Tanto en la primera integración (1996-2006) como en la que está a punto de concluir (2006-2016) el pleno se ha integrado por seis hombres y una mujer.
Aunque claramente parciales, en este proceso de designación hubo dos avances en materia de género. Por una lado, dos mujeres (Mónica Soto y Janine Otálora) fueron nombradas como magistradas electorales. Por otra parte, ambas magistradas fueron nombradas por el periodo máximo (9 años).
Si bien la conformación sigue siendo bastante dispareja (29% mujeres, 71% hombres), lo cierto es que –si se respetan las reglas para las designaciones– se abre la posibilidad para que, en el 2019, una o dos mujeres sean nombradas como magistradas electorales. Con eso se podría confirmar una Sala Superior con tres o cuatro mujeres, es decir, tener por primera vez en la historia un TEPJF paritario.
Con la llamada #LeyDeCuates (aquí una explicación más detallada), se propone que los dos magistrados (hombres) nombrados para 3 años pasen a tener un periodo de 7 años; mientras que los dos magistrados (también hombres) nombrados para 6 años cumplan un periodo de 8 años.
Si bien la iniciativa tiene severos problemas de constitucionalidad y ha generado un amplio rechazo en la sociedad civil, aquí queremos enfatizar algo que no ha estado en el debate público: la #LeyDeCuates es una reforma que sólo beneficiaría a cuatro (sí, cuatro) hombres y que retrasaría aún más la posibilidad de contar con una integración paritaria. Significaría, en la práctica, perpetuar la disparidad 29%-71% otros 7 años más.