Con muchos rounds de sombra, duros entrenamientos y técnicas de golpeo, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, se ha convertido en una poderosa rival “boxística”.
La mandataria local ya es todo un peso completo sobre el cuadrilátero político y no hay rival al que le saque la vuelta, sus poderosos puños buscan ponerle los ojos morados a los contendientes.
PESO MOSCA
La “carrera boxística” de la gobernadora inició en las arenas de Campeche, donde uno de sus rivales más sonados fue el peleador de peso mosca, el excandidato y exalcalde emecista, Eliseo Fernández Montufar.
En los primeros rounds, Eliseo adoptó una técnica ofensiva lanzando jabs, pero un gancho al hígado contra Layda provocó la furia de la peleadora, tras declarar sus dudas de la capacidad de su rival para gobernar Campeche.
En una reacción que hizo que el público gritara, Layda respondió con unos poderosos rectos al rostro del boxeador y lo acusó ante los tribunales de violencia política y de género, pero esos golpes no contaron en los cuadernos de los jueces tras absolver a Fernández.
Pero la pelea no había terminado, y tras agarrar su segundo aire, Layda armó una nueva ofensiva que sacó de balance a su rival y lo dejó tambaleante.
En esta ocasión Layda acusó al peleador de la esquina naranja de peculado, operaciones con recursos de procedencia ilícita, defraudación fiscal, asociación delictuosa y facturación falsa, cuando era alcalde de Campeche.
Por tal motivo se aplicó cuenta de protección para el peleador, pues la acusación derivó en una orden de aprehensión. Al final el rival perdió la pelea con Layda por puntos.
PESO LIGERO
La siguiente rival a vencer fue la alcaldesa de Campeche, Biby Rabelo De la Torre, por lo que el tiro se veía disparejo pese a que en la esquina de la retadora se dijo que estaba Eliseo Fernández.
La contienda inició con una acometida devastadora de Layda, tras aplicarle una andanada de golpes rectos desde su programa "Martes del Jaguar".
En la acometida, la peladora de roja cabellera, acusó a la alcaldesa de lavado de dinero a través de contratos millonarios con empresas fantasma.
En el siguiente round, los trancazos de Layda “le sacaron moretones” a Biby, luego de que fuera detenida por la policía en una camioneta de más de 1.5 millones de pesos y con vidrios polarizados.
PESO GALLO
Una Layda Sansores fuerte y con un récord de peleas ganadas, subió de división y estaba lista a enfrentar a uno de sus rivales más importantes: nada más y nada menos que el presidente del PRI nacional, Alejandro Moreno, mejor conocido como 'Alito'.
Tras una pelea que muchos expertos catalogaron de sucia, la campechana se tiró a noquear al tricolor desde los primeros asaltos.
La táctica fue difundir una serie de audios donde el priista advirtió que no lo van a sacar de su partido, en una conversación que supuestamente sostuvo con Marko Cortés del PAN. En el audio se escucha que Alito dice que se encargará de la lista de selección de candidatos para 2024 porque “le va a tocar”. Yo fui electo cuatro años aquí y me vale m*dre lo que digan al final del camino me toca lo que viene”, dijo.
Este ataque puso sobre las cuerdas a Alito, lo que hizo a los espectadores levantarse se sus asientos. Por ello, se le dio una cuenta de protección al priista que se tambaleaba, y a la senadora se le prohibió seguir difundiendo documentos hackeados.
PESO COMPLETO
La pelea estelar ya estaba escrita, pues luego de la tranquiza aplicada a 'Alito', Layda enfrentó al campeón de los pesados: Ricardo Monreal.
Layda difundió una conversación de WhatsApp que fue hackeada entre el senador y Alito, que se convirtió en el primer uppercut al rostro del zacatecano.
La acometida hizo que el presidente Andrés Manuel López Obrador la hiciera de réferi. Pero para el siguiente round no cesaron los trancazos por debajo del cinturón.
Aunque muchos pensaban que la pelea sería ruda, Monreal no se inmutó con los golpes y mostró su poderío al manifestar no tener miedo y levantar una denuncia ante la Fiscalía de la República.
Al parecer esa táctica desbalanceó el ataque de Layda quien tuvo que bajar la guardia ante el temor de perder su racha invicta en los cuadriláteros.
¿Quién seguirá en la siguiente pelea? ¡Hagan sus apuestas señores!.