Hace un par de días, Space X realizó una prueba de motor clave para su enorme cohete propulsor Super Heavy, un paso crítico antes de que pueda poner en órbita la nave espacial Starship.
La finalización de esta prueba acerca a Starship a su tan anticipado lanzamiento inaugural a la órbita, el cual se estima que podría ocurrir tan pronto como el próximo mes, de acuerdo con la presidenta y directora de operaciones de la compañía, Gwynne Shotwell.
En desarrollo durante los últimos cinco años, el sistema Starship está diseñado para ser completamente reutilizable y capaz de transportar grandes cargas útiles y hasta 100 personas al espacio profundo, a la Luna y, eventualmente, a Marte. Cuando suceda ese lanzamiento, será el cohete más poderoso jamás lanzado.
La nave espacial Starship estará ubicada sobre el cohete llamado Super Heavy durante su lanzamiento, a este sistema combinado se le da el nombre de Starship.
El vehículo completo tiene una altura de 120 metros, un diámetro de nueve metros, la capacidad de transportar hasta 150 toneladas métricas reutilizables a la órbita terrestre y hasta 250 toneladas métricas fungibles, según detalla la página oficial de Space X.
Los cohetes pasan por múltiples etapas para entrar en órbita. Al desechar los tanques de combustible usado durante el vuelo, el cohete se vuelve más liviano y, por lo tanto, más fácil de acelerar. Una vez en funcionamiento, el sistema de lanzamiento de SpaceX estará compuesto por dos etapas: el vehículo de lanzamiento conocido como Super Heavy y Starship.
Super Heavy está propulsado por el motor de cohete Raptor, que quema una combinación de metano líquido y oxígeno líquido. El principio básico de un motor de cohete de combustible líquido es que dos propulsores, un combustible como el queroseno y un comburente como el oxígeno líquido, se juntan en una cámara de combustión y se encienden. La llama produce gas caliente a alta presión que se expulsa a gran velocidad a través de la tobera del motor para producir empuje.
El cohete proporcionará 15 millones de libras de empuje en el lanzamiento, que es aproximadamente el doble que los cohetes de la era Apolo. Encima del lanzador se encuentra el Starship, propulsado por otros seis motores Raptor y equipado con una gran bahía de misión para acomodar satélites, compartimentos para hasta 100 tripulantes e incluso tanques de combustible adicionales para repostar en el espacio, que es fundamental para los vuelos espaciales humanos interplanetarios de larga duración.
La Starship está diseñada para operar tanto en el vacío del espacio como dentro de las atmósferas de la Tierra y Marte, utilizando pequeñas alas móviles para deslizarse hasta la zona de aterrizaje deseada.
Una vez sobre el área de aterrizaje, Starship se voltea a una posición vertical y usa sus motores Raptor a bordo para realizar un descenso y aterrizaje motorizados. Tendrá suficiente empuje para levantarse de la superficie de Marte o la Luna, superando la gravedad más débil de estos mundos, y regresar a la Tierra, nuevamente haciendo un aterrizaje suave motorizado.
Con información de Bloomberg.