Se trata, quizá, del mayor dolor de cabeza de las autoridades capitalinas. La Unión Tepito se ha asentado tan fuerte en la Ciudad de México que se le ha denominado “el cártel chilango”. Aunque siempre ha estado presente, en la última década ha aumentado la cantidad de violencia e impunidad con la que operan.
Entre sus mayores muestras de poder están el ataque al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, la balacera el 14 de septiembre de 2019 en Garibaldi con atacantes disfrazados de mariachis y este viernes 15 de octubre, cuando un grupo de sicarios se coló en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para atacar al empresario Eduardo Baeven Magaña.
Según reportes oficiales, se trató de un ataque directo por el que hubo cuatro detenidos, el empresario y su escolta resultaron heridos y uno de los agresores murió en el lugar.
Se trata de Donovan Abraham, el joven de 17 años que fue atropellado y herido de bala mientras intentaba darse a a fuga durante el enfrentamiento. Su labor era conducir la motocicleta en la que los presuntos sicarios huirían.
El domingo pasado el joven fue despedido a las afueras de la puerta 15 del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde grupos de motociclistas se reunieron para “homenajear” a quien fuera experto en motos de pista y de quien, se decía, había muerto en un accidente. En su funeral hubo porras, motos quemando llanta y sonidos de motor alrededor del ataúd.
¿CÓMO NACIÓ LA UNIÓN TEPITO?
En el libro, “El Cartel chilango”, del periodista Antonio Nieto, editado por Grijalbo, se detalla que la agrupación nació en 2009, su fundador fue Juan Juárez Orozco, ‘El Abuelo’ y quien actualmente mantiene el control aun desde prisión es José Alberto Maldonado López, ‘El Betito’. Asegura que a diferencia de otros años, actualmente dicha agrupación ya no duda en ejercer operaciones violentas en la ciudad para ocultarse, por lo que se ha hecho más evidente la escalda de violencia.
Todo comenzó con Juan Juárez Orozco, compadre de Arturo Beltrán Leyva, quien lo incitó a no permitir la intromisión de Édgar Valdez Villarreal La Barbie, capo que se había independizado y buscaba consolidar su propia organización desde Tepito debido al mercado de consumidores de droga en la capital y su cercanía al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Por vías marítimas y terrestres, El Abuelo movía ocho toneladas de cocaína al mes, parte de la cual dejaba en Tepito. Sus oficinas estaban en el Barrio Bravo, Estado de México, Cancún, Quintana Roo y Morelos,
Edgar Valdez supo de las intenciones de Juárez Orozco y en mayo de 2010 se adelantó a congregar un pacto con líderes locales en el Barrio Bravo, algunos se unieron y formaron el grupo conocido como La Unión, por lo que ambos grupos tenían el mismo nombre. Cuando La Barbie fue arrestado, su grupo pasó a llamarse La Unión Insurgentes, por ser la zona en la que controlaban la droga.
De esta manera, los comandados por gente del Barrio Bravo se quedaron con el nombre de La Unión Tepito y desde entonces se afianzaron en la última década, tanto que actualmente dominan el centro de México dedicados a la venta de drogas, extorsión, cobro de piso, secuestro y homicidios.
De acuerdo con Antonio Nieto, periodista experto en seguridad e investigador de este grupo criminal, la mayor muestra de su fuerza fue el atentado al secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, además del control que ejercen en la alcaldía Cuauhtémoc, donde se concentran los poderes del gobierno local y federal.
A este se suman "los mariachis asesinos" que dejaron seis muertos y varios heridos en la plaza Garibaldi y la intromisión en el aeropuerto más importante del país.
Para 2019 esta agrupación criminal se creía desmantelada, pues según la entonces Procuraduría capitalina, tras la detención de los líderes “El Pozoles“, “El Betito” y “El Pistache” y el escape de "El Huguito" no había liderazgos visibles y lo que preocupaba a las autoridades era la división del cártel; sin embargo, aunque se han creado nuevos grupos, La Unión continúa siendo el dolor de cabeza de la CDMX.
Datos de 2020 de la propia Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), indican que se han identificado al menos cinco escisiones de la Unión de Tepito que se han separado para formar sus propias bandas criminales, las cuales también operan en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Las bandas identificadas por la SSC CDMX que operan en el Centro Histórico son:
RECLUTAN MENORES DE EDAD
El caso de Donovan, de 17 años no es el único. El reclutamiento de niños y adolescentes por parte de cárteles como La Unión Tepito se hizo más visible tras el asesinato y desmembramiento de dos adolescentes de origen indígena, Yahir de 12 años y Héctor de 14 años, en una vecindad del Centro y cuyos cuerpos fueron descubiertos mientras los trasladaban en cajas.
En aquél momento, el jefe de la Policía capitalina Omar García Harfuch indicó que desde hace años se tiene la participación de menores en delitos como la extorsión, venta de drogas y homicidios. “Siempre ha habido menores de edad involucrados en actividades criminales, es nuestro trabajo orientarlos a que no estén en esas actividades”, comentó el secretario en noviembre de 2020.
De acuerdo con investigaciones, grupos criminales como La Unión Tepito contrata a niños y adolescentes como halcones en el Barrio Bravo, quienes reciben un pago de hasta 5 mil pesos por informar cualquier movimiento en la zona, lo que incluye fotos y videos de personas y placas de vehículos desconocidos.
Un estudio elaborado por la organización Reinserta detalla que los niños y adolescentes se han convertido en el objetivo de los grupos criminales en México, quienes son reclutados cada vez más jóvenes para entrenarlos a cambio de un pago.
Se cree que hay 30 mil menores de edad participando como espías, combatientes, cocineros y mensajeros, aunado a más de 20 mil casos de homicidio doloso y 7 mil desapariciones de menores de edad en los últimos 20 años que podrían estar asociados, detalla el estudio “Niños, niñas y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada”.
Datos de El Universal detallan que los jóvenes de entre 14 y 17 años de edad, son los más reclutados por cárteles asentados en Tepito y esto se ha vuelto proporcional con la cantidad de casos de desapariciones de menores de edad.
Del universo de quienes se reportaron como ausentes durante 2018 a través del Centro de Apoyo a Personas Extraviadas (CAPEA), el 2% apareció asesinado.
Los reportes tienen un factor común: todos son hombres y habitantes de las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztacalco, Gustavo A. Madero e Iztapalapa; mientras que las colonias “focos rojos” son Tepito, Morelos, Romero Rubio, La Nueva Michoacana, Garibaldi, San Rafael y Santa María la Ribera.