La muerte de Ociel Jesús Ociel Baena Saucedo, le magistrade del Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes, ha dejado muchas dudas; sobre todo en la comunidad LGBTTTIQ+, pues mientras la Fiscalía del estado acusa que fue un homicidio por parte de su pareja, activistas y personas señalan que se trató de un crimen de odio.
¿Y a qué nos referimos con un crimen de odio? Se trata de un delito motivado por intolerancia, prejuicios o animadversión que niegan dignidad, y derechos a aquellos que se estiman diferentes a la 'norma'. El término 'crímen de odio' está reservado para los delitos más graves, especialmente homicidios y asesinatos.
En tanto las investigaciones en torno al caso de le magistrade continúan, en Nación321 hacemos un recuento de los casos más sonados sobre los crímenes de odio en contra de activistas de la comunidad de la diversidad sexual, deseando que estos nunca se repitan y hallen justicia.
LE MAGISTRADE OCIEL BAENA
En respeto a sus compañeros, compañeras y compañeres, quienes exigen que se investigue un crimen de odio, incluiremos el caso de Jesús Ociel Baena, quien luchó con todo, para el reconocimiento de su identidad como persona no binaria, hasta conseguir que la Ley lo reconociera como tal.
Tantos años en el activismo lo conviertieron en une persone conocide para la comunidad LGBTTTIQ+, pues trabajó de manera incansable para se reconocide como le magistrade; sin embargo, la noticia sobre su muerte causó polémica.
La mañana del lunes 13 de noviembre, se encontró el cuerpo sin vida de Jesús Ociel Baena Saucedo dentro de una casa al norponiente de Aguascalientes, junto a él, sin vida también, estaba su pareja sentimental, Dorian.
Según el fiscal de Aguascalientes, quien dio varias entrevistas a medios, pero no una conferencia oficial, las primeras investigaciones apuntaron a que Dorian y Baena habrían discutido fuertemente, por lo que la pareja de le magistrade lo habría asesinado, para después suicidarse.
Sin embargo, esta versión no fueron aceptada por la familia de Jesús Ociel, ni por los colectivos de la comunidad LGBTTTIQ+, pues refieren que se está revictimizando a Ociel Baena y su pareja, además de que no se está investigando un crimen de odio, pese a que le magistrade recibió amenazas previas por su identidad de género.
ULISES NAVA
Ulises Salvador Nava Juárez, activista LGBTTTIQ+ y funcionario de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), fue asesinado la tarde del 15 de julio a las afueras del Museo Descubre en la ciudad de Aguascalientes. Los hechos ocurrieron al salir de un congreso celebrado en esa ciudad, que reunió a activistas de la diversidad sexual de todo el país.
Ulises Nava era licenciado en Derecho y jefe del Departamento de Diversidad Sexual de la Universidad Autónoma de Guerrero. Dentro de esa universidad, se dedicó a impulsar acciones para la inclusión y el respeto para las personas LGBTTTIQ+. Una de ellas fue la instalación de baños incluyentes en al menos tres facultades y las preparatorias adscritas a la universidad.
KARLA VALENTINA CAMARENA DEL CASTILLO
La activista Karla Camarena fue asesinada el 29 de marzo de 2020, cuando circulaba por la Avenida Diligencias, del municipio de San Felipe, Guanajuato y un sujeto abrió fuego en su contra, desde un automóvil en movimiento.
La activista fue asesinada a los 33 años. Era coordinadora de la Red Mexicana de Mujeres Trans en Guanajuato y organizó la primera Marcha del Orgullo en Salamanca. Asimismo, ayudó a más de 40 personas trans de su estado a viajar a Ciudad de México para realizar la corrección de datos en sus actas de nacimiento
MARÍA ELIZABETH MONTAÑO
La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos incluyó el caso de María Elizabeth Montaño en la lista de asesinatos contra defensores de los derechos LGBTTTIQ+, ocurridos en México. La doctora y activista trans desapareció el 8 de junio de 2020 en la Ciudad de México tras salir de su trabajo en el Centro Médico Nacional.
El 18 de junio, la Fiscalía de Morelos encontró su cuerpo en el municipio de Huitzilac. En un principio, las autoridades informaron que su principal línea de investigación era el suicidio de la doctora; sin embargo, nunca confirmaron esta hipótesis.
Algunas irregularidades en la investigación hicieron que activistas trans sospechen sobre su posible asesinato, pero hasta el momento no se ha esclarecido el crimen.
JONATHAN SANTOS
Otro de los asesinatos contra defensores de los derechos LGBTTTIQ+ ocurridos durante 2020, fue el de Jonathan Santos, pues el cuerpo sin vida del activista de 24 años apareció el 11 de agosto en Zapopan con un impacto de bala en la cabeza.
Jonathan era alumno de la Universidad de Guadalajara, por lo que el crimen provocó movilizaciones estudiantiles en Jalisco. Posteriormente, el 2 de noviembre, la Fiscalía de Jalisco informó sobre la detención de dos individuos que presuntamente privaron de la vida al joven para robarle sus pertenencias.
JAVIER EDUARDO PÉREZ HIDALGO
Otros de los asesinatos más crueles en contra de defensores de los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+, es el de Javier Eduardo Pérez Hidalgo. El 19 de agosto de 2020, el joven activista salió de su casa en la Ciudad de México para trabajar como conductor de Uber.
Horas después, su cadáver apareció en Cuernavaca, Morelos, abandonado junto a una bandera de arcoíris y con un mensaje de odio escrito en una cartulina.
La familia de Javier lo buscó durante una semana sin saber que su cuerpo ya había sido localizado en Cuernavaca, pero no había podido ser identificado debido a que intentaron calcinarlo.
JEANINE HUERTA
El cuerpo de la activista trans fue hallado dentro de su domicilio el 28 de agosto de 2020 en Tijuana, Baja California. Diana, hermana de Jeanine, contó en una entrevista que alguien siguió utilizando las cuentas bancarias y redes sociales de Jeanine días después de su asesinato.
Pese a lo terrible del caso, las autoridades mostraron poco interés por esclarecer los hechos.
MIREYA RODRÍGUEZ
Mireya Rodríguez, directora de la organización Unión y Fuerza de Mujeres Trans, fue hallada sin vida el 2 de septiembre de 2020 dentro de su domicilio en Chihuahua.
Dos semanas después, las autoridades lograron detener a su presunto asesino, tras rastrear el teléfono celular y el automóvil de Mireya.
Cabe mencionar que los familiares de la activista vivieron una odisea para poder recibir su cuerpo, pues en un principio la Fiscalía de Chihuahua desconoció su identidad de género.