En las últimas semanas el tráfico, distribución, venta y consumo de fentanilo, se ha convertido en un tema de debate entre funcionarios de los gobiernos de Estados Unidos y México, que se reparten culpas un día sí y el otro también.
Por un lado, el gobierno estadounidense insiste en que México es el mayor distribuidor de fentanilo a su país, al grado de que recientemente, en una comparecencia en el Senado de EU, la directora de la agencia antidrogas de ese país, Anne Milgram, dijo que México no hace "lo suficiente" para detener el trasiego de esta droga.
Al otro lado de la frontera norte, el consumo de esta sustancia representa un problema de salud pública, pues sólo en 2021, Estados Unidos contó casi 108 mil muertos por sobredosis de opiáceos como el fentanilo.
Las cifras alertan, pues al 3 de marzo de este año, la cantidad de esta droga decomisada en EU, casi 5 mil kilos [o 11.2 miles de libras], están a punto de alcanzar a toda la incautada en 2022, es decir unos 6 mil 700 kilogramos [o 14.7 miles de libras], según datos de Aduanas y Protección Fronteriza.
Según el gobierno de México y la Secretaría de la Defensa Nacional, un sólo kilo de fentanilo ¡es suficiente basta para producir un millón de dosis!
En tanto, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha defendido que México no es el culpable de la crisis que enfrenta el vecino del norte y que tampoco es el principal distribuidor.
AMLO ha acusado también que autoridades estadounidenses no han querido asumir el problema al 100%.
"Que se tome en cuenta que en Estados Unidos se da una situación del consumo de las drogas y que el gobierno, lo digo con mucho respeto, hace muy poco por evitar la demanda o el incremento en el consumo", señaló.
De este lado se conoce que México emprende una campaña contra las drogas y que, por ejemplo, las últimas dos semanas, la Sedena decomisó 377 kilos de fentanilo, pero, ¿en Estados Unidos las cifras oficiales le dan la razón a su gobierno o no? Aquí te contamos.
De acuerdo con una investigación publicada en la Biblioteca Nacional de Medicina de EU, la epidemia de fentanilo en Estados Unidos ha evolucionado con el tiempo, pues a principios de la década de 1980, los opioides se recetaban principalmente para el dolor agudo, pero en el año 2000 las cosas cambiaron, con la retirada de los analgésicos tradicionales, a los que asociaban con riesgos cardiovasculares, así como el paracetamol, que comenzaron a considerar tóxico.
"Alrededor de 2010, se notificó con mayor frecuencia el uso combinado de analgésicos opioides y heroína. A fines de la década de 2010, los productos potentes como el fentanilo y sus análogos se informaron cada vez más en píldoras falsificadas y drogas callejeras", señala.
La percepción de que México y, sobre todo las personas migrantes, son el origen del trasiego de fentanilo ha cobrado fuerza en EU, lo que alertado por considerarse que tiene de fondo un discurso discriminatorio.
Según NPR-Ipsos, una encuestadora estadounidense, el 39% de los ciudadanos de ese país y el 60% de los republicanos creen que esta droga ingresa a EU por migrantes que cruzan sin documentos que acrediten su estancia legal en el país.
Esto es falso.
Un reciente informe de CATO Institute, señala que el 86.3% de las personas que trafican drogas de fentanilo son ciudadanos estadounidenses. En contraste, solo el 8.9% son migrantes sin documentos en regla para entrar país.
Eso no es todo, en un análisis a cifras oficiales del gobierno estadounidense, es posible identificar que el 90% de los hallazgos de cargamento con fentanilo ocurre en los puntos de cruce legales, no en las rutas de migración ilegal.
A penas ayer, el gobierno mexicano retomó este informe y añadió algunos datos. La directora de Redes de la Vocería de Presidencia, Elizabeth García Vilchis, explicó que la mayoría del fentanilo que llega a Estados Unidos proviene de Canadá, no de México.
En contraste, señaló como responsable de esta "pandemia" a una empresa farmacéutica que engañó al publico con consentimiento de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), "es decir con autorización del gobierno de EU".