La presidenta de Perú, Dina Boluarte, acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de intervenir en los asuntos del país que encabeza, así como de defender al Pedro Castillo, destituido el 7 de diciembre por el Parlamento, tras intentar disolver el Legislativo sin lograrlo e instaurar un gobierno de facto.
En entrevista con El Comercio, la mandataria habló sobre las críticas que ha recibido en sus cinco meses de gobierno por parte de este y otros líderes latinoamericanos.
“La injerencia extranjera hasta ahora existe, ahí tenemos las declaraciones del presidente López de México y de Petro de Colombia. Lo que dijo el señor Boric en el Senado de Chile, tenemos los ingresos de Evo Morales al Perú”, declaró.
A la par, Boluarte se desmarcó de las acusaciones sobre abusos de autoridad y violaciones de derechos humanos durante las protestas que marcaron el inicio de su gestión.
"Yo lamento mucho que estos presidentes tengan que acompañar con su defensa a un expresident,e que dio un golpe de estado y lo convierte en antidemocrático, en un dictador y encima que está investigado por temas de corrupción", señaló.,
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reportó el 3 de mayo en un informe que el Ejército y la policía peruana habrían cometido masacres, ejecuciones extrajudiciales, graves violaciones de los derechos humanos, así como un uso desproporcionado y letal de la fuerza durante las protestas que exigían la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y de los miembros del Congreso.
El informe de la CIDH señaló que estas violaciones ocurrieron en varias zonas de Perú, pero enfocó su investigación en las ciudades de Ayacucho y Juliaca, donde se produjeron la mayor cantidad de muertos durante las manifestaciones ocurridas entre diciembre y febrero.
Aseveró que el 15 de diciembre en Ayacucho al ser “perpetradas por agentes del Estado, las muertes podrían constituir ejecuciones extrajudiciales. Además, al tratarse de múltiples privaciones del derecho a la vida, dadas las circunstancias de modo, tiempo y lugar, podrían calificarse como una masacre”.
Aquel día soldados del Ejército dispararon contra manifestantes que intentaban ingresar al aeropuerto de Ayacucho provocando la muerte de 10 civiles por proyectiles de arma de fuego en órganos vitales. La CIDH añadió que recibió testimonios que indican que también hubo disparos del Ejército fuera del aeropuerto “ya no en un operativo de defensa sino de carácter persecutorio... que impactaron a transeúntes, adolescentes, así como a personas que huían...o que auxiliaban a heridos”.
Asimismo el órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que protege los derechos humanos indicó que el 9 de enero en la ciudad de Juliaca murieron 18 civiles -incluidos manifestantes, un médico brigadista y una adolescente transeúnte- “en circunstancias que podrían ser caracterizadas como una masacre”. “Todos murieron a causa de disparos de balas, perdigones y objetos contundentes que impactaron en la cabeza, cara, ojos, tórax y/o abdomen de las víctimas”.
La CIDH destacó que las protestas “han sido protagonizadas, en su mayoría, por pueblos indígenas y comunidades campesinas”, principalmente del sur, teniendo su epicentro inicial en Apurímac, Ayacucho, Puno y Arequipa; regiones en las que se han registrado el mayor número de víctimas.
Según cifras de la Defensoría del Pueblo, las protestas dejaron 49 civiles muertos por la acción de las fuerzas de seguridad. Otros 11 civiles murieron en accidentes de tránsito u otros hechos ligados a los bloqueos de vías por los manifestantes. Siete uniformados también perdieron la vida. Los heridos tras las confrontaciones suman mil 785, siendo civiles los casos más graves y mayoritarios.
Antes de este informe se han presentado otros, incluidos los de organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que han coincidido en el uso excesivo de la fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad.
Boluarte y el Parlamento gozan de escasa popularidad en Perú, según todas las encuestas. Un sondeo del Instituto de Estudios Peruanos publicado en el diario La República indicó el 30 de abril que 79 por ciento desaprueba a Boluarte, mientras que el 90 por ciento rechaza al Congreso.
Con información de AP.