Este sexenio, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) estuvo en el centro de muchos debates, y no precisamente por el trabajo que realiza, o por los cambios que ha ido aplicando en diversas áreas, tampoco por la lista de empresas internacionales sumándose como sus aliadas, sino por el pasado político de su director Manuel Bartlett.
En estos años, la “particular” forma de trabajar del político hizo que no se le viera como el mejor funcionario público, pero siempre fue defendido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La próxima semana, la CFE tendrá un cambio de mando y de liderazgo, entrará Emilia Esther Calleja Alor como directora de la empresa de energía, y que ha sido maestra reconocida por una larga lista de ingenieros de la comunidad de los tecnológicos en Celaya, pero por su perfil y que forma parte del equipo de la secretaria de Energía, Luz Elena González, con lo que el sector privado espera que las relaciones sean mejores.
Por ejemplo, Atlas Renewable Energy busca emprender proyectos junto con CFE, ya que espera que la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, impulse de manera importante la transición energética.
Atlas Renewable Energy, que tiene al frente a Juan Pablo Sáenz, ha considerado que los proyectos renovables que se desarrollen durante el próximo sexenio requerirán de inversiones importantes en almacenamiento de energía, por lo que la empresa de origen estadounidense está dispuesta a compartir la experiencia que ha desarrollado en otros países latinoamericanos, como Brasil y Chile.
Y es que hay que recordar que al operar en Chile, referencia en algunos temas para México, las centrales de energías renovables requieren almacenamiento, en el caso del país andino, permitieron una entrada de renovables, y para balancear los cuellos de botella que se generan en las líneas de transmisión, se necesitan muchas baterías, tan solo en proyectos en desarrollo llegaron a 1 GW en baterías.
La regulación chilena cuenta con muchos símiles de regulación que está por aprobarse en México en materia de concesiones eléctricas, por lo que buscarán apoyar a la próxima administración con proyectos que generen valor para el país y, al mismo tiempo, representen un buen negocio para ellos.
Una de las opciones es que se pongan en marcha los esquemas de APPs en donde las empresas puedan participar y competir. Esta empresa, por ejemplo tiene la experiencia con la tierra opcionada, en donde desarrolla un sistema de almacenamiento, lo financia y lo construye, para que una vez en funcionamiento, cobren un cargo fijo, que la CFE maximice el valor del proyecto, y en un plazo de hasta 15 años, se transfiera definitivamente la infraestructura a la empresa energética mexicana, con lo que se iría modernizando y creciendo sus activos sin un alto costo. Al menos las opciones y las empresas están ya interesadas.
Vulcan Materials y el pleito con EU
El peor escenario es que gane Donald Trump, ya que al menos en un par de casos pueden resultar en un alto costo para el país, como es la pelea que se ha dado con la expropiación de las 2 mil hectáreas de terrenos y la terminal marítima de Punta Venado, propiedad de Vulcan Materials, que tiene como director mundial a Tom Hill.
El decreto por parte del gobierno de México, mediante la figura de expropiar por ser área natural protegida, deteriorará más la relación con Estados Unidos.
Las operaciones de la compañía fueron suspendidas indefinidamente en mayo de 2022 y a partir de ahí fue imposible lograr un acuerdo.
Se trata de una de las empresas más importantes e influyentes de aquel país y que ha logrado sumar apoyos en el congreso estadounidense tanto de republicanos como de demócratas, y si gana Trump tendrá a todo el gobierno de su lado.
México justificó su acción por un supuesto daño medioambiental que buscó acreditar mediante un estudio de la Semarnat, que incluso presentó en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Sin embargo, hasta el día de hoy nuestro país no ha logrado ganar el arbitraje internacional en el CIADI e incluso podría perderlo. El monto reclamado es por más de mil 500 millones de dólares, que de darse un fallo en contra tendría que desembolsar México en los siguientes meses.
Santander crece sus negocios en México
Si hay un grupo financiero que confía en el país es Santander, que lleva Ana Botín; para empezar tiene tres licencias bancarias vigentes en México, y se prepara para poner en marcha al banco digital OpenBank, que en nuestro país será dirigido por Matías Núñez, quien ya puso la lista de espera para formar parte de esta institución.
La apuesta por los bancos digitales está en auge, y Openbank México abrió por eso en su sitio web la lista de espera para que, quienes quieran acceder antes que nadie a la oferta de este nuevo banco, puedan tener un registro previo, y es que la autorización para arranque de operaciones es un proceso que tiene que dar la Comisión Nacional Bancaria y Valores, que lleva Jesús de la Fuente.
Openbank tiene previsto iniciar sus operaciones en México a finales de este año, una vez que las pruebas de operación que deben ser vigiladas por las autoridades financieras den el visto bueno. El modelo ya opera en cuatro países europeos: España, Alemania, Portugal y Países Bajos. El próximo mes de octubre el banco se lanzará también en Estados Unidos.
John Deere, también en pausa
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos siguen poniendo en pausa las inversiones hacia México por parte de empresas estadounidenses, sume ahora a John Deere, la fabricante de maquinaria agrícola que dirige John May a nivel mundial, y que en México lleva Ricardo Salazar.
La empresa podría cancelar el traslado de líneas de producción de Illinois y Iowa a sus plantas en Nuevo León y Coahuila, o en el mejor escenario sólo posponer el proceso que ha tenido de trasladar gradualmente su producción a sus plantas en México desde hace dos años. Todo depende de que no gane Donald Trump, ya que amagó con aranceles irreales a quienes opten por ese camino.
Por lo pronto, la moneda está en el aire.