MONTERREY, N.L.- Al menos ocho mascotas sin hogar murieron después de que consumieran alimento envenenado que presuntamente un ciudadano donó al refugio Ayuda a un Callejerito, ubicado en el municipio de San Nicolás, al norte de la zona metropolitana de Monterrey.
Quienes operan el albergue denunciaron los hechos y pidieron el apoyo de la ciudadanía para solventar los gastos de los animales que permanecen bajo el cuidado de un veterinario.
"Ya son cuatro perritos y cuatro gatitos los que fallecen", dijo Guadalupe Hernández, encargada del sitio, quien detalló que fue a través de un mensaje de Facebook como fueron contactados por el ciudadano que les ofreció el alimento.
En redes sociales el donador les dijo que enviaría el alimento al refugio por medio de un taxi de plataforma, al llegar les volvió a escribir para notificarles que el vehículo ya había llegado con la comida.
A simple vista los costales, uno con comida para perro y otro para gato, se encontraban cerrados por lo que la encargada del sitio no detectó nada fuera de lo normal, al llegar la hora de la cena les sirvió el alimento.
"Pasaron como unos 20 minutos y los perritos empezaron a vomitar, empezaron a hacer del baño muy feo, yo no sabía que pasaba, inmediatamente me dijo el veterinario y nos llevamos a todos los que habían comido de ese alimento y que estaban mal", expuso Hernández.
"Descubrimos, dicen que era un tipo de envenenamiento, los empiezan a tratar, regreso al refugio, a la casa y empiezo a revisar los costales porque estaban cerrados, al extenderlos veo que tienen unos pequeños agujeritos, yo lo llevo (al veterinario) y a lo que vamos viendo es que muy probablemente le inyectaron un tipo de veneno", denunció.
La afectada indicó que ya interpuso una denuncia ante las autoridades; sin embargo, no existen rastros del ciudadano que realizó la donación, pues se cree que creó un perfil falso y posteriormente lo dio de baja.
El pasado 13 de febrero fue reportado el envenenamiento de más de 10 gatos y varias avenes, en calles de la colonia Misión San José en Apodaca, también en la zona metropolitana. Se presume que el responsable colocó veneno en la comida y después la distribuyó en la vía pública.