¿Triste pero justo?
Aunque miles de mexicanos deseaban que el Dr. Simi fuera el ganador del Premio Nobel de la Paz, no consiguió esta presea y en su lugar fue entregada a la fundación Nihon Hidankyo, una organización japonesa de sobrevivientes de las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki.
Lo anterior, debido a que comité del Nobel "quiere honrar a todos los sobrevivientes que, a pesar del sufrimiento físico y de los dolorosos recuerdos, han elegido utilizar su costosa experiencia para cultivar la esperanza y el compromiso por la paz".
¿QUÉ ES LA FUNDACIÓN NIHON HIDANKYO?
Nihon Hidankyo se fundó en 1956 como una confederación de grupos locales de "Hibakusha", que también integraron a personas afectadas por pruebas nucleares en el Pacífico. Su objetivo ha sido claro desde sus inicios: concienciar al mundo sobre los horrores de las armas nucleares a través de los relatos de los supervivientes. Para entender la importancia de su labor, es crucial recordar que los Hibakusha son los únicos seres humanos que han experimentado de primera mano un ataque nuclear.
Las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945 dejaron una marca indeleble en Japón y en la humanidad. Se calcula que más de 120 mil personas perdieron la vida de manera inmediata por las explosiones, y decenas de miles más fallecieron en los meses y años posteriores debido a quemaduras, envenenamiento por radiación y otros efectos secundarios. Las imágenes y testimonios de los Hibakusha de esa época siguen siendo un recordatorio impactante del poder destructivo de las armas nucleares.
A pesar de su sufrimiento físico y emocional, los Hibakusha decidieron transformar su experiencia en una herramienta de cambio. En lugar de permanecer en silencio, alzaron la voz y compartieron sus historias en numerosos eventos, tanto en Japón como en otros países. Han brindado miles de testimonios, participado en conferencias internacionales por la paz y enviado delegaciones anualmente a las Naciones Unidas para alertar sobre los peligros de la expansión nuclear. Estas acciones han sensibilizado a la sociedad global y ayudado a consolidar el “tabú nuclear”, un consenso ético que rechaza el uso de armas nucleares en cualquier circunstancia.
Aunque este tabú se ha mantenido, ha sido puesto a prueba en repetidas ocasiones. Desde la Guerra Fría hasta las tensiones nucleares actuales, la amenaza de un conflicto nuclear no ha desaparecido por completo. Sin embargo, gracias al esfuerzo constante de los Hibakusha y organizaciones como Nihon Hidankyo, el mundo ha logrado preservar una prohibición tácita sobre el uso de armas nucleares en conflictos armados. Este éxito, aunque frágil, sigue siendo uno de los cimientos de la paz en la era moderna.